San José, 6 de mayo (Elmundo.cr) – En un giro inesperado de los acontecimientos, William Alberto Méndez, un miembro influyente del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR), ha presentado su renuncia irrevocable a su puesto. Esta decisión provoca un gran revuelo dentro de la comunidad universitaria y más allá, especialmente en el contexto actual de crisis institucional.
En paralelo, se ha revelado que el Ministerio Público está llevando a cabo una investigación criminal en contra del rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Araya Leandro, asociado al supuesto delito de No cumplir con los deberes. Esta situación no solo ha desatado una ola de suspicacias, sino que ha puesto en entredicho la legitimidad de su gestión.
Según un comunicado difundido por la oficina del fiscal, este caso, registrado bajo el archivo 25-000124-1218-PE, fue abierto el 8 de abril, pocos días después de que se informara en medios como La Nación que Araya había evadido una moción en su contra utilizando su propia voz durante una sesión del consejo universitario. Este tipo de maniobras ha generado preocupación y desconfianza entre los miembros de la comunidad académica.
El propio Méndez ha manifestado que las decisiones que se están tomando desde la rectoría están “erosionando la confianza y No solo mantienen en lugar de legitimidad institucional como interlocutor, pero también como patrocinador de la ética, la transparencia y la responsabilidad.” En este sentido, ha afirmado que la crisis actual ha superado la capacidad de manejo de la rectoría, convirtiéndose en un problema que se ahoga en argumentos evasivos y reproches.
Asimismo, resaltó que ‘Dentro de la universidad, prevalece la ira, el dolor y la vergüenza; y que, por otro lado, en la sociedad civil, hay un creciente sentimiento de malestar y frustración. “El país que antes amaba a la universidad ahora se siente traicionado”, añadió, reflejando un profundo descontento social que ha calado hondo en la percepción pública de la UCR.
Sigue insistiendo en que la situación actual de la Universidad de Costa Rica es insostenible y reclama Explicaciones de la pregunta sobre el uso de recursos públicos de manera urgente y sin justificaciones. Es fundamental que la institución universitaria busque siempre la verdad, la justicia, la transparencia y la ética; no puede caer en el culto a la personalidad, la opacidad en la gestión y la complicidad.
Méndez opinó que “el Rector no es el primero ni será el último en enfrentarse a una crisis”. Pero, subrayó, “en las circunstancias actuales, cada movimiento de su institución está perjudicando a un momento en que la universidad es claramente necesaria, unida y capaz de afrontar los desafíos más importantes que tenemos como país”, enfatizando el papel crucial de una universidad en el diálogo y la credibilidad social.
“La principal preocupación son los estudiantes, que son la razón de ser de la universidad. Además, hay un creciente descontento social y rechazo de numerosos costarricenses que coinciden en la pérdida absoluta de la legitimidad de la rectoría”, afirmó, destacando que esto afecta no solo las negociaciones futuras sobre la financiación de la educación superior, sino también la responsabilidad en la gestión de recursos públicos.
Méndez insistió en que “la perspectiva de muchas personas consultadas no solo expresa puntos de vista, sino que incluye una inquietud social que exige acción inmediata. El rector debería reflexionar profundamente sobre sus acciones, considerando incluso su renuncia irrevocable. En este crítico momento, es esencial que los intereses del país y la universidad estén por encima de cualquier interés personal o sectario.
Finalmente, Méndez concluyó que este camino podría llevar a la Universidad de Costa Rica a lo largo de un camino catastrófico, con consecuencias colaterales perjudiciales tanto para la educación superior en el país como para el desarrollo nacional. “La justicia determinará la responsabilidad legal y personal de la rectoría y otros en todos los casos expuestos. Será la historia la que evalúe si se deben tomar decisiones drásticas como su separación y renuncia”, concluyó.