Si el primer partido fue un emocionante encuentro, este segundo pie sobrepasó todas las expectativas. El Inter de Milán logró una impresionante victoria al derrotar al Barcelona con un marcador de 4-3 (7-6 en el global) tras un tiempo extra, asegurando su lugar en la tan ansiada final de la Liga de Campeones.
Similar al partido de ida, la acción comenzó con la pérdida de balón por parte de Danny Olmo, quien fue muy importante en el desarrollo del juego. Aprovechando esta oportunidad, el interior Lautaro Martínez se encargó de anotar el primer gol, colocando el balón en la parte posterior de la red del arco del Barcelona.
Antes de que se completara la primera mitad, el mediocampista turco Hakan Çalhanoğlu
también se destacó en el partido, anotando otro gol tras un penalti dudoso, lo que colocó el marcador en 2-0 y cerró la primera mitad con una ventaja fiel al conjunto italiano.
Sin embargo, el Barcelona no iba a rendirse tan fácilmente, y salió con una actitud combativa en la segunda parte. El primer gol de los blaugrana llegó gracias a Eric García, quien conectó un potente remate en el ángulo tras un preciso centro de Gerard Martín.
Gerard Martín, continuando con la presión, facilitó el empate para que Danny Olmo anotara en el minuto 60, demostrando la capacidad del equipo catalán para recuperarse de la adversidad.
La tensión aumentaba, y la celebración llegó a su punto culminante cuando Rapinha logró dar la ventaja al Barcelona hacia el final del tiempo reglamentario. Parecía que los catalanes estaban destinados a alcanzar la gran final, pero en el minuto 90+3, un héroe inesperado emergió para el Inter de Milán: el defensor Francesco Akerby, quien igualó el marcador en 6-6 a nivel global, desatando la locura en el estadio y llevando el partido a tiempo extra.
Tan pronto como comenzó la primera mitad del tiempo adicional, David Fratacy encontró la red, mostrándose como el jugador clave en este crucial momento. A pesar de que el Barcelona intentó recuperar el control del juego, el portero suizo Yan Sommer fue fundamental, evitando que el marcador se moviera nuevamente y manteniendo la ventaja para su equipo.
Finalmente, el Inter de Milán se convierte en el nuevo campeon de la Liga de Campeones, asegurando su lugar en la final, donde se enfrentará al PSG o Arsenal el 31 de mayo. Una jornada inolvidable que quedará grabada en la historia del fútbol.