La Ciudad de México fue el escenario de un importante anuncio el 11 de mayo, donde el secretario agrícola Julio Berdegué expresó su desacuerdo con la reciente decisión de los Estados Unidos de imponer un cese de 15 días a las exportaciones de ganado bovino. Esta decisión se produce en el marco de una estrategia conjunta destinada a combatir la falsificación y el contrabando de productos relacionados con la ganadería.
Berdegué destacó que la conversación reciente con su homólogo estadounidense fue significativa. “Hace unos minutos hablé con el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos. No estamos de acuerdo hasta ese punto, pero creemos que en un plazo más breve podremos llegar a un consenso”, agregó el secretario, dejando entrever que se están buscando soluciones más rápidas y efectivas para el problema en cuestión.
En un contexto más amplio, el jefe de agricultura de los Estados Unidos, Brooke Rollins, había emitido una advertencia respecto a la posibilidad de restringir la importación de ciertos productos animales. Esto no se trataba únicamente de una reacción inmediata, sino una medida estratégica mientras se estudiaban los informes sobre la presencia del gusano borerida, cuyas consecuencias podrían ser perjudiciales para la salud del ganado. La decisión final sobre este tema está prevista para el próximo miércoles, lo que añade un nivel adicional de urgencia a la situación actual.
A lo largo de este periodo de negociaciones, se ha ido aclarando que México tomó como medida la limitación de una de las compañías involucradas en el programa de erradicación de la peste. Esto, además, traería consigo severas tarifas aduaneras sobre las partes necesarias para mantener los aviones que están siendo usados en la lucha contra esta plaga.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció al respecto dos días después de que su gobierno revisara la situación relacionada con la plaga, refiriéndose específicamente al mensaje enviado por Rollins. “Hay cosas que son correctas, como la cooperación y la coordinación, y otras que consideramos exageradas. Sin embargo, es crucial abordar la situación del gusano borerida en el ganado”, enfatizó Sheinbaum, subrayando la importancia del diálogo y la colaboración en la resolución de este problema.
Poco después de sus comentarios, Berdegué se mostró optimista y anunció que se estaba haciendo un progreso satisfactorio en la alineación de las medidas homológicas entre Estados Unidos y México para erradicar esta peste. Es un indicador significativo de que ambas naciones están dispuestas a encontrar un camino que beneficie a sus productores y la economía agrícola en general.
Es importante recordar que Washington suspendió temporalmente las importaciones de ganado desde México tras identificar un caso en la ciudad de Catazajá el año pasado, en el estado de Chiapas, aunque se han reanudado desde febrero. Este giro en las relaciones comerciales resalta la delicadeza de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva de ambos países para garantizar la salud y seguridad del ganado en la región.