San José, 13 de mayo (Elmundo.cr) – En una reciente declaración, el Defensor del pueblo ha expresado su profunda preocupación por las carencias en los controles de seguridad que rigen el transporte público en el país. Esta alarma se fundamenta en el descubrimiento de que un asombroso 82% de las rutas de autobuses están operando sin la obligación de contar con un plan de mantenimiento adecuado para sus unidades. Esta realidad representa un riesgo considerable para la seguridad de los pasajeros, quienes dependen de un sistema de transporte confiable y seguro.
El análisis realizado por el defensor del pueblo está respaldado por un informe exhaustivo que destaca las graves fallas en la gestión y regulación del Junta de Transporte Público (CTP). Según los datos disponibles del CTP, de un total de 632 rutas regulares de transporte público, apenas 110 (17.4%) cuentan con un contrato de concesión que incluye un plan de mantenimiento debidamente aprobado. Esto significa que 522 rutas restantes (82.6%) operan sin esta garantía de seguridad, debido a diversos factores, incluyendo permisos de referéndum pendientes, así como autorizaciones preliminares que aún no han sido resueltas o asignadas a operadores en fase inicial.
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El defensor del pueblo considera que esta problemática es de suma importancia y refleja las insuficiencias del CTP como organismo encargado de regular y supervisar el servicio de transporte público, apuntando a que su falta de acción podría estar contribuyendo a una situación de riesgo latente para todos los usuarios. Además, se ha observado una discrepancia notable entre los informes del Departamento de Bomberos y las estadísticas proporcionadas por el CTP. Por ejemplo, en el año 2023, se registraron 43 incidentes relacionados con el fuego por parte de los bomberos, de los cuales 27 ocurrieron en unidades de transporte público. Sin embargo, el CTP solo reportó nueve casos en total.
La contradicción continuó en 2024, con los bomberos atendiendo 32 incidentes (15 en unidades de transporte público), mientras que hasta junio el CTP había documentado únicamente seis. Esta diferencia en los reportes pone en evidencia la falta de un procedimiento regulado por parte del CTP para hacer frente a tales incidentes. En el caso de un incendio, la única acción que se toma es informar a la compañía propietaria de la unidad sobre un procedimiento de ‘prevención o derecho de defensa’, pero sin un camino claro o un protocolo definitivo para manejar estos eventos de manera efectiva.
El defensor del pueblo advierte que la omisión del CTP podría interpretarse como negligencia administrativa, especialmente en el contexto de estos incidentes que comprometen la seguridad del público. Durante una reunión con los representantes del departamento de bomberos, se hizo hincapié en la vital importancia de implementar un control riguroso del mantenimiento de los vehículos para prevenir posibles emergencias a futuro.
Ante esta situación crítica, el defensor del pueblo ha recomendado que el CTP desarrolle un protocolo de intervención que permita no solo investigar, sino también monitorear incidentes de fuego de manera más eficaz. Asimismo, se sugirió crear un espacio de colaboración entre la policía de tránsito, los bomberos y las aseguradoras, a fin de facilitar el intercambio de información y definir medidas de seguridad preventivas adecuadas.
Adicionalmente, se recomendó establecer una mesa de trabajo en la Dirección General de Seguridad para reforzar los requisitos operativos y los aspectos de seguridad que deben cumplirse durante la inspección técnica de los vehículos. También se enfatizó la necesidad de informar a los usuarios sobre el proceso de quejas y se propuso iniciar una campaña educativa que resalte la importancia del mantenimiento preventivo en el transporte público.
En respuesta, el CTP ha indicado que se han establecido plazos y responsables para implementar las recomendaciones del Defensor del Pueblo, de manera que este cumplimiento sea supervisado de forma efectiva.