ALAJUELA, 06 JUL (Elmundo.cr) – Con un discurso directo de confrontación y cargado de llamados a coherencia, el obispo de Alajuela, el monseñor Bartolomé Bendues Oller, la clase política y los funcionarios públicos del país sacudieron este domingo durante los políticos públicos de la diócesis.
En el púlpito, la jerarquía católica advirtió que la política no puede verse como una plataforma de poder o como un botín personal, pero como un servicio real para la gente, especialmente para los más vulnerables.
“Levantamos nuestra oración por usted y apreciamos su profesión en el servicio, pero quiero hablar con usted con el respeto que su responsabilidad merece y la claridad que requiere el Evangelio”Expresó al comienzo de su homilía, dejando en claro que el mensaje excedió el precio del protocolo.
Bendues recordó que la educación política y el servicio público estaban en su raíz más profunda “formas prominentes de caridad”, como el Papa Pablo VI aprendió y repitió el Papa Francisco. Sin embargo, enfatizó que esta profesión requiere una entrega generosa, una ética fija y una amplia incidencia que excede los intereses específicos. “
La gente debe creer en sus líderes
En un contexto de creciente desconfianza a las instituciones, el obispo fue abrumador: “Hoy, los ciudadanos deben creer nuevamente en sus instituciones y sus representantes”y agregó que esta confianza solo se restaura con hechos, no con discursos vacíos.
“La política es un servicio, incapaz de. Jesús se lavó los pies sobre sus discípulos, diciendo que quien quiera estar entre ustedes es su servidor”, recordó Bendues, y una línea clara se basó entre el liderazgo auténtico y los engañados por la ambición o los privilegios.
En la misma línea, el obispo introdujo una de las frases más directas y de confrontación de su discurso: “Te pido que no traiciones la confianza de la gente. La posición que toman no es un botín, sino una misión sagrada de construir patria”.
La jerarquía pidió a los líderes que rechazen la “corrupción firme, la mentira y los acuerdos bajo la mesa”, y advirtió que Costa Rica “merece transparencia, no promesas vacías”.
No solo gobiernen unos pocos
Bugues insistió en que el beneficio general debería ser el eje central de todas las acciones políticas y que las decisiones deben guiarse protegiendo a los sectores más frágiles.
“Que sus propuestas no se caracterizan por intereses partidistas o personales, sino que busca el beneficio de todos, especialmente los más pobres y vulnerables. La política debe buscar la cara de los frágiles: los pobres, los migrantes, los ancianos abandonados, los jóvenes sin oportunidades”, dijo.
El obispo se aferró al inminente proceso electoral e instó a los políticos a evitar la manipulación, la polarización y los discursos de odio. “Que sus palabras no son armas para dividirse, sino un puente para unirse. Condenan a los injustos, sino sin odio. Defienden sus ideas, sino sin calumnias. La mentira y el insulto de la democracia”, dijo.
Los valores no se negocian
En una de las secciones más controvertidas, Monseñor Bends enfatizó que la coherencia y los valores no pueden ser sacrificados por cálculos políticos o por demandas de modernidad.
“Los valores no se negocian. No se puede llamar progresivamente lo que promueve el aborto. No es moderno quien destruye a la familia. El gobernante quien descuida la atención de los desfavorecidos no es efectivo”Él pronunció sin rodeos.
Además, advirtió sobre el daño profundo erigido por las malas prácticas en el ejercicio público: “Si un funcionario pide morder para acelerar un procedimiento, no solo roba dinero, roba la esperanza de que una madre busque medicina para su hijo. La democracia cree, siembra”.
El obispo cuestiona el liderazgo que se aleja de las necesidades reales de la población. “Cómo hablar sobre el desarrollo Cuando vivimos en muchos hogares en condiciones subhumanas, nuestros jóvenes caen en garras de drogas o cuando la violencia persigue tantas vidas”Él cuestionó.
Costa Rica necesita políticos con los pies en el suelo y el corazón en el cielo
Refiriéndose a la realidad de la provincia de Alajuela y los tres municipios de Heredia que forman parte de la diócesis, el obispo hizo un llamado urgente para tener líderes sensibles y relacionados con la realidad social.
“Visitemos las cárceles, allí entenderemos los frutos de las políticas fallidas. Escuchemos a los agricultores, su lucha es el termómetro de nuestra economía. Caminemos por los vecindarios marginales, allí encontraremos la agenda correcta”, sugirió.
“La gente debería ver en sus servidores de unidad, promotores de paz, guardianes de la dignidad humana. Que su motivación no es aplaudir, sino conciencia directa. No es un éxito inmediato, sino el legado de la justicia que puede dejar las generaciones futuras”, agregó.
Finalmente, el obispo recordó que cada decisión política tenía consecuencias humanas: “No olvides que cada decisión que toman, cada voz que trajeron, cada ley que imaginan es una cara humana detrás. Al final de la vida no se les preguntarán cuántos votos han ganado, pero cuántas vidas son dignas”.Concluyó.
Con este compañero de cuarto, Bends no solo crió oraciones para los líderes del país, sino que los enfrentó inequívocamente sobre la misión ética y social que deben tomar en su camino a través de la vida pública.