Mentalidad práctica constitucional e institucional
Según la Sección 102 subsección 6) de la constitución política, el TSE acepta el control de las fuerzas policiales. El objetivo principal es garantizar que el proceso electoral se realice libremente, transparente y neutral, y evitar cualquier tipo de interferencia política en los cuerpos policiales durante este importante período.
¿Qué implica el cambio de mando?
Durante este período, las fuerzas policiales, incluidos los organismos estatales, municipales y autónomos, dejarán de responder al poder ejecutivo y a las autoridades municipales en asuntos electorales. Todas sus acciones estarán bajo el mando exclusivo del TSE, que coordina:
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Seguridad en centros de voz
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Conservación sobre material electoral y minutos
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Mantenimiento del orden público vinculado al proceso
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Prevención de prevención y protección contra la integridad de los votantes
Los oficiales de policía están prohibidos a cualquier participación en actividades políticas o proselitistas.
Fundación legal y transparencia
Esta transferencia de comando, el producto de una sólida tradición democrática de costarricense, es un mecanismo institucional que busca proteger el interés electoral. La transferencia se realiza por un acto solemne entre el presidente de la república y el jefe del TSE y son supervisados por las autoridades estatales, que refuerzan la legitimidad del procedimiento.
El Código Electoral y la Ley de Policía General ratifican esta medida, incluidas las sanciones administrativas en caso de desprecio por parte del personal de la policía.
Garantía a los votantes
La premisa es clara: a lo largo de todo el proceso electoral, la seguridad y la libertad de los votantes están protegidos bajo una estructura imparcial que responde solo a la institucionalidad democrática, lo que elimina los riesgos de la instrumentalización política del cuerpo policial.
Con esto, Costa Rica busca confirmar su dedicación para mantener procesos electorales limpios, transparentes y confiables para todos los ciudadanos.
