San José, 10 de octubre (Elmundo.CR) – En el Centros de Educación y Nutrición (Cen-Cina) del región occidentalel Educación ambiental Se ha convertido en una herramienta para el cambio social. Entre huertos escolares, talleres de reciclaje y actividades de compostaje, docentes y familias siembran conciencia ecológica con los niños costarricenses.
Estos centros, pertenecen a la Ministerio de Saludno sólo garantiza la alimentación y el cuidado de los menores, sino que también promueve una Amplia formación Basados en valores, responsabilidad y respeto por el medio ambiente.
Aprende cómo cuidar los primeros años del planeta
El Maestra Linth BustosEducadora del Cen-Cina de la Región Centro Occidental, explica que la educación ambiental es parte del trabajo diario:
“Hacemos una planificación mensual en la que hay un módulo para trabajar con los residuos. En los niños desarrollamos diferentes estrategias para promover los residuos y Uso adecuado de los residuos.Si es orgánico o no. “
Cada habitación tiene contenedores de colores para clasificación de residuos Según el tipo -orgánico, plástico, vidrio o papel- que permite a los niños aprender jugando y observando el impacto de sus acciones.
“El negocio tiene un depósito especial para los residuos orgánicos que se recogen diariamente en la cocina. Por ejemplo, si se pelan las verduras, la cáscara va al contenedor y luego se trabaja la tierra para crear una especie de Abono utilizado posteriormente en los jardines. Pedagógico”, explica.
Él compostUn proceso mediante el cual los desechos orgánicos se transforman en fertilizante natural es uno de los instrumentos educativos más importantes. Gracias a él, los niños comprenden que la basura puede tener un segundo uso y que los recursos del planeta deben utilizarse con prudencia.
Huertos Educativos: Cosecha y Nutrición
El trabajo medioambiental se complementa con Jardines pedagógicosUn espacio donde los niños cultivan productos como chile dulce, trigo, apio, cilantro, cebolla, ajo, piña o espinacas.
‘Fomentamos la producción de alimentos que se consumen dentro de la Cencina y en los hogares infantiles. Ellos mismos plantan, riegan y recogen los productos. que luego se utiliza en el comedor de los niños o se lleva a casa”, afirma Bustos.
Estas actividades integran las áreas de nutrición, salud y educación, fortaleciendo la autonomía y el sentido de responsabilidad. Además, se reutilizan materiales cotidianos:
“Las cáscaras de los huevos se muelen con los niños y se utilizan como fertilizante natural a la hora de plantar cultivos. Los cartones de leche también se entregan a programas de reciclaje o se utilizan para manualidades, mariposas o títeres elaborados con cartón y papel”.
Reciclaje y comunidad: un esfuerzo compartido
El compromiso medioambiental no se limita a las paredes del centro. Linth enfatiza que Cen-Cina está trabajando con las familias y la comunidad para fortalecer las buenas prácticas.
“Con los niños en el aula se les enseña qué son los residuos, los colores de los contenedores y dónde deben colocarse. Se realizan cuentos, canciones, videos y talleres para fortalecer el mensaje. Además, las familias apoyan en la limpieza y desarrollo del huerto pedagógico”.
El centro también coordina acciones comunitarias, como Colección de tapas de plástico.colocados en cajas en panaderías o supermercados cercanos.
“Pedimos permiso a los dueños y colocamos una cajita. La gente que llega la tapa, y luego la recogemos. Es una manera de involucrar a todos”, explicó.
Este tipo de iniciativas están en línea con la Programa bandera azul ecológicaUn reconocimiento nacional otorgado a instituciones y comunidades comprometidas con la sostenibilidad. En este proceso participan activamente varios Cen-China de Occidente, y también integra la Ley 9703Prohibir el uso de estereófono.
resultados que llaman la atención en la comunidad
El impacto de estos programas es visible. ‘Cerca de la comunidad apenas se ve basuraLos niños entienden que no todo se ha desperdiciado, sino que muchas cosas se pueden aprovechar en segundo lugar”, afirma Bustos.
Esta transformación contagió a familias que repitieron lo aprendido en sus hogares. Los padres practican el reciclaje, la reutilización de materiales y enseñan a sus hijos a cuidar los recursos naturales.
“Es muy importante ver cómo desarrollan la conciencia ambiental. Logran identificar cómo y por qué debemos separar los residuos, y esto se refleja en la limpieza y el orden del ambiente del centro”, concluyó la docente.
Las voces de las familias
Para Nicole JiménezMadre usuaria del Cen-Cina Alfaro, el programa ambiental fue una experiencia transformadora.
“Mi hija cuida el jardín, trata bien las plantas y es muy responsable con su cuidado. Le doy un buen puntaje porque es nuestra responsabilidad cuidar el medio ambiente y en él está el futuro”, afirmó.
Nicole ha participado en actividades de recolección de basura en zonas costeras y cree que el Cen-Cinai “Hace un buen trabajo fomentando el cuidado del medio ambiente y ese compromiso siempre llama la atención.”.
Más allá del aula
De acuerdo a marta zamora castilloperiodista de la Dirección Regional Centro Occidental, el Cen-Cina PAS a Plan Integral de Gestión de Residuos Fijos que incluye compost, recolección diferenciada y educación ambiental.
Estas acciones han generado una mayor conciencia ecológica en familias y niños, además de fortalecer alianzas con municipios y comercios apoyando materiales reciclables y capacitaciones.
Glosario ambiental para el lector
- Cen-China: Centros de Educación y Nutrición del Ministerio de Salud que brindan atención integral a la niñez y apoyo alimentario a las familias.
- Bandera azul ecológica: Programa nacional que premia las buenas prácticas ambientales en instituciones y comunidades.
- Compost: Proceso natural que transforma los residuos orgánicos en compost.
- Jardín Educativo: Espacio educativo donde los niños cultivan los alimentos como parte del aprendizaje ambiental y nutricional.
- Residuos valiosos: Materiales que se pueden reciclar o reutilizar para reducir la contaminación.
un modelo para el futuro
La Cen-Cina de Occidente demuestra que la educación ambiental no requiere grandes discursos sino más bien Pequeños actos sostenibles. En cada semilla plantada, en cada cáscara de huevo molida y en cada tapa reciclada, los niños enseñan una lección importante: Cuidar el planeta es una forma de cuidar la vida.
** Comentario elaborado a partir de entrevistas con un maestro, un padre y un responsable de prensa; Respuestas, preguntas de orden y ortografía que han sido revisadas con ayuda de la IA.