La actividad volcánica en el Volcán Poás continúa manifestándose con intensidad, y durante las primeras horas de este lunes se registró un estallido impresionante que alcanzó una altura notable de hasta 1000 metros. Este fenómeno ha captado la atención tanto de científicos como de la población, debido a la magnitud y el potencial impacto que puede tener en las áreas circundantes.

La información relevante fue divulgada por el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), que ha estado vigilando de cerca el comportamiento del volcán. A través de un video, Ovsicori mostró el proceso de desalojo de gases volcánicos y materiales eruptivos, lo que proporciona una visión clara del tipo de actividad que está ocurriendo en la zona. El monitoreo constante es esencial para la seguridad de todas las personas que viven en las inmediaciones de esta gran estructura geológica, que es una de las más importantes del país.

En sus declaraciones, Ovsicori señaló que «la actividad estallida se mantiene en el volcán Poás» y que han notado pulsos regulares de amplitud variable que continúan hasta el momento de este informe. Esto indica una erupción sostenida que, aunque pudiera parecer controlada, requiere atención constante. Los especialistas también mencionaron que se registró un mayor impulso de energía que provocó la expulsión de material balístico en el área y al este del cráter, donde se ha recibido información de que la temperatura supera los 250 °C.

Además, se ha reportado que el viento en la región está soplando hacia el sur en este momento. Esto tiene implicaciones importantes, ya que la pluma volcánica generada por la erupción es rica en partículas, vapor de agua y gases volcánicos, elementos que pueden afectar la calidad del aire y la salud pública en áreas cercanas. Por esta razón, es vital que la población respecta las recomendaciones de las autoridades y se mantenga informada sobre la situación.

Este fenómeno eruptivo comenzó a manifestarse aproximadamente a las 2 a.m., y desde entonces, las autoridades han declarado que el coloso permanece en una condición de precaución. Todo el sistema de monitoreo volcánico está en alerta para detectar cambios o aumentos en la actividad que pudieran sugerir un incremento en los riesgos asociados, y se están llevando a cabo esfuerzos para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes de la zona.