Economía

Trump no se apaga: hasta ahora pueden adquirir barcos de otros países

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Xinhua

Washington, 10 de abril (Sputnik). – Recientemente, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha planteado la idea de que, a pesar de sus esfuerzos por revitalizar la industria naval de su país, no se descarta la opción de adquirir barcos de productores internacionales. En un discurso pronunciado durante una reunión con su gabinete, Trump afirmó: «Estamos decididos a renovar nuestro sector de la construcción naval. Sin embargo, podríamos considerar la compra de algunos barcos de otros países».

Como parte de sus esfuerzos por revitalizar la construcción naval estadounidense, Trump firmó una orden ejecutiva que está diseñada para reestablecer este sector con un enfoque particular en reducir la influencia de China en la industria mundial de barcos. Esta acción tiene como objetivo restaurar la competitividad del sector naval en Estados Unidos y asegurar que la producción nacional tenga un papel destacado en el mercado global.

La orden ejecutiva que Trump promulgó es mucho más que una simple declaración de intenciones; tiene implicaciones significativas para el comercio naval internacional. El reglamento requiere que el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, elabore una propuesta que imponga restricciones severas a cualquier barco que forme parte de una flota que incluya embarcaciones de construcción china o que naveguen bajo bandera china. Esto significa que cualquier barco que cumpla con esos criterios enfrentarán serias consideraciones en términos de acceso a los mercados estadounidenses.

Además, la nueva regulación también sugiere la aplicación de tarifas potenciales sobre cualquier producto que sea fabricado, compuesto, o incluso creado con componentes provenientes de China. Estas medidas se extienden a cualquier producto que sea fabricado en todo el mundo por empresas que estén bajo su control o que estén significativamente influidas por intereses chinos. Este enfoque es parte de una estrategia más amplia del gobierno estadounidense para limitar la influencia económica de China y asegurar que los productos fabricados en Estados Unidos prevalezcan en el mercado.

Sin embargo, la respuesta de Pekín no se hizo esperar. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China desestimó las afirmaciones de que Estados Unidos ha perdido su ventaja competitiva en la industria naval. De acuerdo con las autoridades chinas, la nación ha experimentado un avance notable en términos de innovación en este campo, además de contar con una participación activa de sus empresas en el mercado global. Este intercambio de posicionamientos revela la complejidad de las relaciones comerciales entre ambas naciones y el impacto que la política económica de Trump puede tener en el escenario internacional. (Sputnik)

Redacción

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