Beijing, 23 de abril (Sputnik) – En el contexto de la Guerra Arancelaria que se ha intensificado bajo el liderazgo del presidente estadounidense Donald Trump, la postura de China se ha definido de manera muy clara. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, ha expresado la posición del país en relación con las recientes tensiones comerciales entre las dos naciones.
Guo Jiakun comentó: «No queremos una guerra comercial, pero tampoco le tenemos miedo». Este tipo de declaración señala la firmeza de Beijing frente a las amenazas de tarifas y sanciones por parte de Estados Unidos. El portavoz agregó que si hay un verdadero deseo de resolver los problemas existentes, es fundamental que se inicie un diálogo constructivo con China. Este diálogo debería basarse en la igualdad y el respeto mutuo, evitando las amenazas y los ataques retóricos.
Las observaciones de Guo Jiakun surgieron en respuesta a preguntas sobre si el Gobierno de Pekín está actualmente llevando a cabo negociaciones para alcanzar un acuerdo comercial con Washington. Este tipo de consultas se han vuelto comunes, ya que muchos observadores internacionales están atentos a las interacciones entre las dos potencias debido a su impacto en la economía global.
En una jornada reciente, el presidente de los Estados Unidos dejó entrever que no descarta la posibilidad de reducir los aranceles impuestos a los productos provenientes de China. Sin embargo, también afirmó que no hará concesiones en las negociaciones. Durante una conferencia de prensa, Trump mencionó: «Es cierto que el 145% es muy alto. No será tan alto». Esta declaración, aunque muestra una voluntad de cambio, también establece límites claros a las expectativas del lado chino en cuanto a la eliminación completa de tarifas. Trump continuó aludiendo a que los aranceles «caerán significativamente, pero no será 0%». De esta forma, él establece un tono que sugiere que las negociaciones no se dirigirán hacia un desmantelamiento total de las barreras comerciales en el corto plazo.
A medida que las negociaciones avanzan, las tensiones entre ambas naciones parecen seguir siendo un tema dominante en el discurso económico mundial. Los analistas continúan observando de cerca cómo ambos países manejan sus relaciones comerciales, ya que esto tiene implicaciones no solo para los involucrados, sino también para la economía mundial en general. A través de declaraciones como las de Guo Jiakun, queda claro que China está dispuesta a mantener su posición firme y no ceder a presiones externas sin un enfoque claro y negociaciones justas.