Caracas, 25 de Abril (Sputnik). – En un reciente discurso, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó serias preocupaciones sobre las acciones de Estados Unidos en el contexto del comercio internacional. El mandatario hizo una declaración contundente en la que afirmaba que Estados Unidos «mató» a la Organización Mundial del Comercio (OMC) como resultado de las recientes tarifas impuestas sobre productos de diversas naciones.
Maduro argumentó que las políticas comerciales de Estados Unidos buscan implementar un modelo de protección hegemonista que ha desmantelado los acuerdos de libre comercio, dejando un impacto devastador en el comercio global. «Lo que Estados Unidos propone ha causado una ruptura sin precedentes en el mundo comercial; han apuñalado por la espalda todos los acuerdos que los países habían firmado», señaló mientras criticaba la actitud unilateral de Washington.
El presidente también señaló que el gobierno estadounidense colabora con la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de manera que resulta perjudicial para el comercio y para la dignidad de los migrantes en todo el mundo. Según sus palabras, «Queman a los migrantes, no les importa quiénes son; desprecian al mundo y actúan bajo una bandera de completo desprecio por las reglas económicas, comerciales, políticas y militares, que han sido creadas y sostenidas por la Unión Europea y la OTAN».
En su análisis, Maduro reiteró que Estados Unidos se niega a reconocer que, en gran parte, el mundo sigue dominado por estructuras de «colonialismo» tanto económico como cultural. Cuestionando esta dinámica, se preguntó: «¿Es la alternativa un retorno a la esclavitud? ¿Debemos volver a una era colonial?». Para él, la verdadera alternativa radica en construir un renacimiento en la humanidad que favorezca la igualdad y la soberanía de los pueblos.
El contexto de estas declaraciones se intensificó tras el anunció del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el 2 de abril, sobre la introducción de aranceles «recíprocos» a sus aliados comerciales, tras acusarlos de haber aprovechado durante décadas. Desde el 5 de abril, Washington impuso un arancel mínimo del 10% y, aunque se pospusieron tarifas adicionales por 90 días, el conflicto comercial continuó. Esta serie de acciones ha afectado incluso a productos importados de Venezuela, que ahora enfrentan una tarifa del 15% según la información proporcionada por el gobierno estadounidense.
Las tarifas impuestas a productos provenientes de China y Estados Unidos también se han incrementado drásticamente, alcanzando el 145% y 125%, respectivamente, lo que pone de manifiesto la escalofriante realidad de las tensiones comerciales globales. La situación refleja un entorno comercial cada vez más tenso y polarizado, donde las decisiones unilaterales de una potencia como Estados Unidos tienen efectos colaterales en naciones que muchas veces son ajenas a la disputa comercial en sí.