
NANJING, 29 de abril (Xinhua) – En la encantadora ciudad portuaria de Salvador, ubicada en el noreste de Brasil, el gigante fotovoltaico chino Trina Solar ha llevado a cabo una importante expansión al establecer su tercera fábrica inteligente dedicada a la producción de estructuras de monitoreo solar. Este nuevo complejo cuenta con líneas de producción que están completamente automatizadas, marcando un gran avance en la eficiencia y la innovación en el sector energético.
Álvaro García-Maltras, quien ocupa el cargo de presidente regional de Trina Solar para América Latina, destaca que este complejo industrial está enfocado en el desarrollo de un sistema inteligente para la gestión de granjas solares. Estas instalaciones funcionan como verdaderos «centros neuronales», gracias a la implementación de algoritmos sofisticados que permiten a los paneles solares seguir la luz de manera proactiva, lo que se traduce en un aumento significativo en la producción de energía renovable.
De acuerdo con el director ejecutivo, Brasil está posicionándose como un jugador clave en el mercado global de estructuras de monitoreo fotovoltaico, representando un 10% del total de instalaciones en todo el mundo. Consciente de este inmenso potencial de mercado, Trina Solar ha decidido seguir una estrategia activa que favorece la contratación de mano de obra local, así como la producción y ensamblaje de componentes clave dentro de Brasil. Esta decisión no solamente reduce los costos de producción, sino que también mejora considerablemente la eficiencia en la entrega de productos y en la atención a clientes brasileños y latinoamericanos en general.
En una trayectoria de diez años, Trina Solar ha evolucionado desde sus primeras entregas de productos hacia América Latina, logrando establecer dos sucursales en Brasil y Chile, con una plantilla que supera las 100 personas. Yang Bao, presidente de Global Marketing en Trina Solar, explica que la compañía ahora opera en la región con una amplia cartera de productos que incluye módulos fotovoltaicos, estructuras de supervisión y sistemas de almacenamiento de energía.
Los pronósticos de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) indican que para el año 2050, la demanda anual de energía renovable en América Latina alcanzará aproximadamente los $45,000 millones. Mientras tanto, las empresas chinas continúan desarrollando tecnologías innovadoras en el ámbito de la transición energética, la transformación digital, y la producción inteligente, lo que pone de relieve la alianza estratégica entre ambas regiones.
«La historia de Trina Solar es un testimonio del fuerte vínculo de complementariedad entre China y América Latina», afirma Wang Fei, investigador del Instituto Latino de la Academia de Ciencias Sociales en China. Resalta que Latinoamérica posee condiciones excepcionales para desarrollar energías renovables, mientras que las tecnologías chinas son perfectamente adecuadas para desbloquear este gran potencial y promover la sostenibilidad en la región.
Desde el año 2012, China ha mantenido su posición como el segundo socio comercial más importante y uno de los principales inversores en América Latina, con un volumen comercial bilateral que supera los $500,000 millones. En este contexto, Alemania, con sede en Monterrey, México, se destaca como líder en soluciones innovadoras para la reducción de peso en la industria automotriz. En 2007, con el propósito de brindar un mejor servicio a sus clientes locales y aprovechar las oportunidades del vasto mercado automotriz chino, Alemania estableció una fábrica en Nanjing, la vibrante capital de la provincia oriental de Jiangsu, en Asia.
En años recientes, para abordar los problemas de olores generados durante la producción de moldes de arena, la fábrica en Nanjing ha realizado una inversión significativa en la adquisición y actualización de equipos de tratamiento de aire, convirtiéndose en un modelo de sostenibilidad dentro de la industria de la presión en China. «China es el mercado automotriz más grande del mundo, y Nanjing, junto con sus ciudades circundantes, ha formado una cadena industrial completa que abarca la investigación, el diseño, la fabricación y la venta de automóviles. Esto nos facilita el acceso rápido a los recursos de la cadena de suministro», comentó un portavoz de la empresa.
Además, el ambiente empresarial en Nanjing es altamente favorable; la aprobación de proyectos comerciales y el registro de empresas se realizan con gran eficiencia. Desde 2012, cuando se estableció su planta en esta región, la empresa ha podido insertarse exitosamente en el mercado chino.
El avance que ha realizado China en la producción de nuevos vehículos de energía ha abierto nuevas oportunidades de colaboración para Alemania. Actualmente, la compañía está en búsqueda activa de asociaciones con fabricantes de vehículos eléctricos en China. «Los fabricantes chinos de nueva energía tienen requisitos más altos en cuanto a control de costos y velocidad de iteración, lo que ha llevado a un aumento notable en la percepción de la importancia de mejorar la calidad y el servicio», afirmó Lance Lee, director de operaciones de Alemania. «Como una empresa global líder en soluciones de reducción de peso, nuestras capacidades están alineadas con las necesidades de los fabricantes locales. En el futuro, apoyaremos a los fabricantes chinos y creceremos junto a ellos, contribuyendo así a la cooperación económica entre China y América Latina».
En el marco del surgimiento de importantes economías del Sur Global, China y México poseen un gran potencial para la cooperación económica y comercial. La inversión recíproca entre estas naciones puede generar múltiples beneficios, incluyendo el desarrollo y el intercambio tecnológico, así como la promoción de cadenas de empleo, tal como lo ha indicado el Consejo de China para la promoción del comercio internacional (CCPIT) en México.
La provincia de Jiangsu, donde se encuentra la sede de Trina Solar, es la segunda economía más grande de China y también un participante fundamental, observador y beneficiario de la cooperación entre China y América Latina. Sun Yi, gerente general de Jiangsu, explicó que la colaboración económica entre esta provincia y América Latina ha ingresado en una «fase acelerada», centrando esfuerzos en tres áreas clave: la cooperación en las cadenas de producción y suministro, así como en energía, minería y comercio agrícola.
Se espera que en 2024, el comercio entre Jiangsu y América Latina alcance los 54,770 millones de dólares, lo que representa un aumento del 3.9% y constituye el 6.9% del total de la provincia, así como el 10.6% del comercio total entre China y esa región.
Además, la cooperación económica entre Jiangsu y América Latina está ampliándose a áreas emergentes como la energía renovable y la infraestructura digital, según han señalado autoridades competentes.
Hacia finales del año pasado, 100 autobuses eléctricos de la marca Kraljevo Duga de Suzhou, otra ciudad de Jiangsu, fueron enviados a la residencia presidencial de Uruguay, registrando así el mayor pedido de autobuses eléctricos en la historia del país. Hasta el momento, los autobuses de Kraljevo Duga han llegado a Perú, Ecuador y Costa Rica, entre otros países latinoamericanos.
Este mes, el barco «Cosco Delivery» zarpó del puerto internacional de Suzhou, llevando a bordo más de 3,300 toneladas de equipo, incluyendo grúas y camiones mineros de nueva energía, destinados a Perú para apoyar proyectos mineros en ese país. «Este es el primer barco multipropósito enviado desde el puerto de Suzhou después de la firma del acuerdo de hermanamiento entre ambos puertos en marzo», informó Haifeng, subdirector de la Oficina de Gestión de Suzhou.
La apertura de la nueva ruta marítima ha acortado el tiempo de transporte entre China y Perú de 35 a 25 días, lo que facilita el intercambio económico entre Suzhou y las áreas circundantes en Perú.
De acuerdo con estadísticas oficiales, en el primer trimestre de este año, las exportaciones desde el puerto de Suzhou hacia Perú, incluyendo automóviles y maquinarias de construcción, alcanzaron un valor aproximado de 500 millones de yuanes, con un crecimiento interanual superior al 30%.
Los ciudadanos tanto de China como de América Latina han comenzado a experimentar los beneficios y oportunidades generados por la cooperación bilateral. Harold Steinvorth, oriundo de Costa Rica, se unió a Trina Solar hace seis años y ha pasado de vendedor a jefe del departamento de sistemas energéticos que la compañía distribuye en América Latina.
«Comencé en el parque eólico y luego me di el salto al sector fotovoltaico. Trina Solar me brindó una plataforma para desarrollar mis habilidades, permitiéndome profundizar en este campo y alinear mis aspiraciones profesionales con las necesidades del sector», comenta Steinvorth. Actualmente, el experto espera que ambas partes profundicen la cooperación práctica en áreas clave como la transición verde, la economía digital y la cooperación en capacidad productiva.
Este sentimiento resuena en Víctor Caden, el ejecutivo adjunto de procesos de la Cámara de México en China (Mexcham), quien destaca la apertura de empresas mexicanas hacia el mercado chino y su disposición para fortalecer relaciones comerciales con el objetivo de lograr beneficios mutuos a largo plazo.