San José, 02 de mayo (Elmundo.cr) – En el sector público, los casos de Acoso sexual han experimentado un notable aumento, según los últimos datos proporcionados por el Defensor del pueblo. En el transcurso del año 2023, se han registrado un total de 452 casos resueltos, lo que representa un incremento significativo en comparación con los 321 casos del año 2022 y los 225 casos reportados en 2021. Este aumento es preocupante y destaca la necesidad de atender y abordar de manera efectiva esta problemática social.
Dentro de las instituciones que encabezan la lista de casos, el Ministerio de Educación Pública (MEP) se encuentra a la cabeza con un total de 260 casos. Esta cifra es alarmante y refleja la urgencia de implementar medidas preventivas en este ámbito educativo. Le siguen, en orden de casos, el Fondo de Seguridad Social Costa Rican (CCSS) con 42 casos, la Rama judicial con 39, el Ministerio de Seguridad Pública con 22, y por último, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con 16. Estas estadísticas revelan un patrón preocupante que afecta a diversas áreas del servicio público, lo que insinúa la necesidad de una intervención mucho más agresiva y sistemática para erradicar el acoso sexual.
El informe emanado de la defensoría del pueblo pone de manifiesto un dato alarmante: Las mujeres constituyen las principales víctimas del acoso sexual, representando el 92% de todos los casos registrados en 2023. En contraste, el perfil de los condenados se compone en un 93% por hombres, lo que indica una clara desproporción de género en estos incidentes. Estos datos no solo reflejan la crisis de acoso sexual, sino también una cultura arraigada que perpetúa la desigualdad de género en el ámbito laboral y educativo.
En términos de la posición ocupacional de las personas condenadas, el 47% ocupaba una posición de autoridad, lo que resalta el abuso de poder en estos incidentes. Un 20% de los agresores se encontraba en el mismo nivel laboral que las víctimas, mientras que un 13% ofrecía algún tipo de servicio laboral. Además, un 9% contaba con un estatus jerárquico y un 4% tenía la misma relación en el ámbito educativo (es decir, estudiante con estudiante). Por otro lado, un 3% de los condenados eran usuarios o voluntarios, y otro 3% no especificó su relación. Esto pone de manifiesto que el acoso no se limita a jerarquías estrictas, sino que puede manifestarse en múltiples situaciones laborales y educativas.
Las formas más comunes de acoso sexual identificadas incluyen Acoso verbal, insinuaciones, comentarios sobre la apariencia, acercamientos inapropiados, mensajes no solicitados y la propagación de rumores.
De los 452 casos que fueron resueltos en el año 2023, se demostró la responsabilidad de la persona denunciada en 211 de ellos. En un total de 198 casos, los acusados fueron absueltos, 33 casos se elevaron a judiciales, mientras que los restantes diez se retiraron, enfrentaron la gestión de despido rechazado o se encontraban prescritos. Desafortunadamente, este escenario revela que aunque algunos individuos sí enfrentan consecuencias, muchos otros evaden la justicia.
Respecto a las sanciones impuestas, la mayoría de los responsables recibieron suspensiones que variaron entre uno y 31 días, seguidas de medidas como descargas, suspensiones escolares o advertencias escritas. Estas consecuencias son a menudo insuficientes para prevenir futuras violaciones, lo que genera desconfianza entre las víctimas.
La Oficina del Defensor del Pueblo, conforme con la Ley No. 7476, la cual combate el acoso sexual en los ámbitos laboral y educativo, ha estado recibiendo un considerable número de quejas y ha tomado decisiones en este sentido dentro del sector público. Para abordar este problema de manera más efectiva, el defensor del pueblo ha llevado a cabo talleres de capacitación en diversas instituciones, tales como la Dirección General del Tráfico de MOPT, el Ministerio de Salud, la Escuela de Jueces, el Icoder, el Ministerio de Finanzas, la Oficina del Fiscal General, el Ministerio de Trabajo, el AYA, el TEC, el Registro Nacional, la Comisión Institucional de Anfitrión Sexual, y la Caja Costarricense de Seguro Social. Estas iniciativas son un paso prometedor hacia la construcción de un ambiente más seguro y respetuoso en el trabajo y la educación.