ALAJUELA, 2 de mayo (Elmundo.cr) – En este contexto, el Presidente de la República, Rodrigo Chaves se pronunció antes de la llegada del Presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, manifestando su disposición para mantener un diálogo abierto con el poder ejecutivo. La reiteración de Chaves subraya la importancia que concede a la comunicación entre distintas ramas del gobierno, un elemento vital en la búsqueda de soluciones efectivas para el país.
Chaves comentó que Arias, «justo cuando estuvo negociando con el PUSC sobre el retorno de dos partidos a la Guía Legislativa, se comportó de manera similar a la forma en que negoció con Gloria Navas para asegurar su permanencia en la Junta de Directores; así como ella también hizo acuerdos con Luz María Alpízar para garantizar su permanencia en el mismo organismo». Esta observación pone de manifiesto la complejidad de las relaciones políticas y cómo los acuerdos internos son esenciales para avanzar en las agendas legislativas.
‘La diferencia entre el lenguaje que utiliza Don Rodrigo y el que yo empleo radica en que Para mí, la claridad es fundamental. Lo que es necesario entender aquí es que Don Rodrigo es un Capo di Tutti; ya sabes lo que significa en italiano, Capo di Capi en el intrincado mundo del Changalache político que opera a puertas cerradas, en negociaciones donde se acuerdan términos de intercambio’, criticó Chaves de manera incisiva. Este tono crítico demuestra la frustración que siente hacia un estilo de política que él considera opaco y poco transparente.
El presidente ha insistido, dirigiéndose a su homólogo, «Don Rodrigo, están las leyes, comiencen a trabajar. Si me envían buenas propuestas, las firmaré en menos de diez días correspondientes a la ley, pero por favor, deje de lado las posiciones demagógicas». Este mensaje es claro: Chaves está pidiendo un enfoque más pragmático y menos populista que permita avanzar con las iniciativas que beneficien a la población costarricense.
Añadió: «Él fue quien me planteó una reunión para almorzar. Pero ahora se da la vuelta y declara que no, y es ahí donde se debe cuestionar al Sr. Chaves, ¿quién desea compartir un café con galletas de María? La obra se presenta y luego afirman que estamos negociando», expresó. Esto pone de relieve la desconfianza que se ha generado en torno a las intenciones de los demás actores políticos, un obstáculo para el progreso efectivo de los proyectos.
Chaves enfatizó que ‘La palabra negociación para mí implica acordar cómo lograr un objetivo común que beneficie al pueblo de Costa Rica y no simplemente distribuir favores para acumular apoyo y ubicaciones, incluyendo esos giros en la Guía Legislativa.’ Este es un claro llamado a la responsabilidad y la ética en el ejercicio del poder, haciendo hincapié en que las negociaciones deben servir a un bien mayor, y no a intereses personales.
«Finalmente, cuando se logre comprender el verdadero significado de la palabra negociación, basada en valores y principios altos, estoy dispuesto a entablar una llamada. Mientras tanto, acerca del cambalache, quiero estar apartado», concluyó. Este cierre subraya la firmeza de su visión política y su deseo de operar en un marco de integridad y propósito. La postura de Chaves señala una esperanza de cambio en la forma de hacer política en Costa Rica, buscando siempre el interés colectivo por encima de las tácticas partidarias.