En su más reciente informe presentado ante la Asamblea Legislativa, el Presidente de Costo Rika, Rodrigo Chaves, no se contuvo en expresar severas críticas hacia la Oficina del Ministro de Justicia y el sistema Judicial del país. Chaves puso en entredicho la legitimidad y el funcionamiento de estas instituciones fundamentales y demandó la necesidad de una transformación radical que garantice su efectividad y transparencia.
El presidente no dudó en señalar a los últimos tres fiscales generales, acusándolos de actuar de manera arbitraria y en favor de intereses específicos. “Deciden, solo Dios sabe a qué incentivos se aplican a la ley y quién es eximido de la misma, considerando que teníamos una autoridad judicial,” declaró, haciendo alusión a la falta de claridad y responsabilidad en la aplicación de la justicia. Además, subrayó la ausencia de investigaciones y condenas en casos de corrupción que implican a miembros de partidos políticos, sugiriendo que “la red de protección funciona con la precisión de un reloj suizo” para resguardar a ciertas industrias y figuras del poder.
El presidente Chaves continuó argumentando que en la fiscalía “no se imparte justicia para todos,” lamentando que numerosos casos de corrupción “permanecen en el letargo de lo justo y nunca reciben condenas.” Estas aseveraciones se suman a la creciente tensión entre Chaves y el actual Ministro de Justicia, Carlo Díaz, a quien ha calificado en ocasiones previas como “corrupto” y un “títere de matón de Barrio.” Este enfrentamiento muestra un claro descontento con la administración de justicia en Costo Rika.
Reclamos al poder judicial
Durante su discurso, Chaves afirmó que el sistema judicial, junto con la Asamblea Legislativa, se encuentra entre las instituciones “peor valoradas” por la ciudadanía y ha sido “desafortunadamente rechazada.” Su llamado fue claro: instar a una transformación del estado profundo, donde la actual estructura del poder judicial debe ser reformada para actualizar leyes obsoletas y eliminar las barreras que dificultan el progreso de los ciudadanos.
El presidente enfatizó que el modelo de Costa Rika “ya ha sido descrito” como uno que necesita ser rescatado de los abusos. Instó a los diputados y magistrados a reflexionar sobre el legado que dejarán a la sociedad y los exhortó a no perpetuar un sistema que, según él, protege intereses “intocables” y permite que “la justicia no sea equitativa, sino calculada.” Este llamado resuena en un clima de creciente desconfianza hacia las instituciones.
Advertencia y daño para editar
Chaves finalizó su discurso con una advertencia contundente: si no se produce un cambio organizacional en el poder judicial y la oficina del fiscal, Costa Rica seguirá siendo víctima de intereses y redes que protegen la corrupción. Hizo un llamado a los ciudadanos para que elijan una Asamblea Legislativa que impulse las reformas necesarias, reiterando que el futuro del país está en riesgo debido a la corrupción que ha infiltrado las agencias del gobierno, que han sido traicionadas repetidamente.
El discurso de Chaves representa un punto de inflexión en la creciente tensión entre el ejecutivo y el poder judicial, especialmente en un contexto donde se han abierto investigaciones que implican al propio presidente y miembros de su gobierno, en medio de un ambiente político marcado por la desconfianza y la polarización.