Política

Aguirre replies to Chaves’s message regarding the judicial observer in CR.

El reciente mensaje anual del presidente Rodrigo Chaves, dirigido a la Corte Suprema, ha desatado un considerable revuelo. En su exposición, Chaves utilizó un lenguaje que ha sido calificado como “ofensivo”, sugiriendo que busca obtener legitimidad para el poder judicial. Este tipo de retórica ha generado diversas reacciones, especialmente en un contexto democrático como el de Costa Rica, donde se espera una mayor responsabilidad y respeto entre los poderes del estado.

El día siguiente, el presidente de la Corte Suprema, Aguirre, emitió un comunicado que rechazaba dichas acusaciones, subrayando que no se trata meramente de una crítica política, sino de un ataque a la integridad del sistema judicial. Aguirre enfatizó que Costa Rica es una democracia constitucional que se basa en la clara división de poderes y que este principio no debe ser considerado solo un formalismo simbólico. “La Constitución garantiza que ningún poder estatal debe interferir en el funcionamiento de otro”, aseguró.

La jerarquía judicial expresó su preocupación por las afirmaciones del presidente respecto a las decisiones de la agencia judicial y la aparente falta de evidencia que respalde sus afirmaciones. Aguirre afirmó: “Cuando se habla de ‘fiscales corruptos’ y de la existencia de ‘redes de protección’, tales declaraciones no son solo innecesarias, sino que representan un peligro real para el equilibrio democrático y el respeto mutuo que debe existir entre las distintas ramas del estado”.

Al finalizar su declaración, Aguirre dejó claro que la Corte Suprema no aceptaría lo que él describió como “un intento de hacer un juicio de valor sobre la administración de justicia” que encabeza Chaves. “Este tipo de discursos socavan la confianza de los ciudadanos en las instituciones y, en consecuencia, debilitan el estado de derecho”, añadió. En este sentido, rechazó profundamente las insinuaciones de Chaves sobre la legitimidad de las decisiones judiciales.

Los jueces dicen evitar demandas y buscar reforma

En respuesta a las críticas, el presidente del poder judicial destacó que la institución también está comprometida con la búsqueda de mejoras. “No somos ajenos a los desafíos estructurales o las expectativas legítimas que los ciudadanos tienen sobre nuestra labor. Nos hemos propuesto avanzar hacia una mayor eficiencia, transparencia y cercanía con la población. Sin embargo, estos procesos deben realizarse con el pleno respeto a nuestra autonomía y sin modificar el debate público que debe permanecer institucional”.

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Finalmente, Aguirre intentó distanciarse del conflicto, afirmando: “No estamos interesados en colisionar. Nuestro deber es mejorar el control de la justicia y seguir colaborando con los servicios del país”. Esta actitud conciliadora sugiere un deseo de evitar una abierta confrontación con el Poder Ejecutivo.

Lo que dijo el presidente sobre la justicia

En su intervención del 5 de mayo, el presidente Chaves se refirió a varios casos judiciales, arremetiendo contra los tres últimos fiscales generales, a quienes acusó de actuar de manera arbitraria. Chaves expresó su descontento, sugiriendo que “solo Dios sabe bajo qué incentivos se toman estas decisiones”, haciendo hincapié en una supuesta connivencia con el silencio de la ley. Este tono crítico refleja una creciente frustración hacia el sistema judicial en el manejo de la corrupción que afecta a la clase política.

Chaves cuestionó abiertamente la falta de investigaciones y juicios en múltiples casos de corrupción, insinuando que existen “redes de protección” bien establecidas que operan “como un reloj de lujo suizo” para garantizar la impunidad de ciertos sectores. Ampliando su crítica, el presidente afirmó que en la oficina del fiscal “no hay justicia para todos”, resaltando que muchos de los archivos de corrupción siguen estancados y nunca logran llegar a la convicción necesaria.

Además, estas afirmaciones han intensificado el choque que ha tenido Chaves con el Ministro de Justicia, Carlo Díaz, a quien ha calificado en diversas ocasiones de “corrupto” y “títere matón de Barrio”. Este enfrentamiento ha conllevado una atmósfera tensa en la política costarricense, donde se ha vuelto esencial el diálogo sobre el legado que dejarán los diputados y magistrados actuales.

El presidente instó a estos funcionarios a no ser cómplices de un sistema que, según él, protege lo “intocable” y permite que la justicia pierda su equilibrio. Chaves hizo un llamado a la urgencia de un cambio organizacional en el poder judicial y en la oficina del fiscal, argumentando que, de lo contrario, Costa Rica continuará siendo rehén de intereses especiales, contribuyendo así a un ciclo de corrupción en el que la justicia queda subordinada a redes de protección.

El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, también rechazó los términos del presidente Rodrigo Chaves (Alonso Solano/El Obserbador)
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