El Parque de Atenas fue el lugar elegido por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, para afrontar la grave acusación que enfrenta, relacionada con el presunto crimen en la conmoción cerebral que involucra al Ministro de Justicia. En este escenario, el presidente decidió hacer una defensa pública de su postura y aclarar las dudas que lo rodean.
Días después de conmemorar la histórica batalla que tuvo lugar con Rivas, Chaves aprovechó la ocasión para hablar acerca de los filibusteros, explicando que estos no eran individuos extranjeros, sino que eran aquellos que, según su opinión, han controlado el país durante los últimos 75 años. Con un tono desafiante, manifestó que considera a estas personas responsables del deseo de verlo tras las rejas.
En sus propias palabras, manifestó: «No sé si quieren dispararme, pero quieren hacerme callar, amordazarme, asustarme, o incluso encarcelarme, mientras que un francotirador ha hecho una llamada que involucraba a la hija de un sheriff (Paul Rueda)», en una referencia a las amenazas que ha percibido. Esta fue la primera vez que Chaves mencionó públicamente estos acontecimientos, que fueron anunciados previamente por la oficina del fiscal.
El presidente Chaves aclaró que no se consideraba comparable a la figura de Juan Rafael Mora Porras, destacando que aunque hay quienes desean verlo encarcelado, el verdadero ímpetu detrás de esa amenaza proviene, a su juicio, de intereses oscuros que buscan derribarlo.
La calificación del Ministro de Justicia
Asimismo, Chaves inició un ataque verbal dirigido hacia el Ministro de Justicia, Carlo Díaz, quien fue calificado de «incómodo» y «indigno». Lo acusó de cumplir ciegamente un plan corrupto diseñado por lo que él describió como la mafia Djúp, quienes influyen en los partidos políticos y en el sistema judicial de manera indebida.
El presidente no escatimó en críticas hacia el ex ministro de comunicaciones, Patricia Navarro, y el productor Christian Bulgarelli, mencionando que ambos habían caído bajo la lupa por actos que él considera ilícitos. Según él, las acciones de Bulgarelli habían resultado en la imposición de sanciones por parte del Banco Central de Integración Económica (BCIE), que incluyeron un castigo que les prohibió operar durante un período de siete años.
En sus expresiones, Chaves sostuvo que los intentos de inculparlo estaban relacionados con acusaciones sobre el manejo de fondos y relaciones inapropiadas que, según él, carecían de fundamento. Defendiendo su postura, reiteró que había habido un acuerdo previo entre él y Bulgarelli que no involucraba ningún tipo de delito.
En relación a los cargos, que giran en torno a una contribución de $405,000 otorgada por el BCIE en el marco de comunicaciones, se informó que Bulgarelli participó en la elaboración de un contrato que termina por ser objeto de las investigaciones fiscales. Según la fiscalía, Chaves presionó a Bulgarelli para que le entregara $32,000 destinados a una prima por una casa.
A pesar de esto, Chaves defendió la legalidad de su actuación y, en un momento de tensión, una grabación filtrada reveló su solicitud de «Cariñitos», que él argumenta se refiere al personal administrativo que había estado trabajando en la sede presidencial, lejos de cualquier interpretación inadecuada.
Es importante señalar que, a partir de esta controversia, el fiscal ha manifestado que la colaboración de Bulgarelli dependerá del desarrollo del proceso legislativo, subrayando que los cargos en su contra permanecerán en discusión si su colaboración no resulta efectiva para los propósitos de la investigación.
El video
En el mismo día en que se reveló esta acusación, trascendió un video que muestra al presidente Chaves entrando al restaurante Sapore, donde se encontraba Bulgarelli acompañado de su esposa y otras personas. En el video, se puede ver cómo el presidente se acerca a la mesa donde se encontraban, lo que ha generado múltiples especulaciones.
Al ser cuestionado sobre lo que dijo en ese encuentro, Chaves prefirió no revelar detalles y, en cambio, se enfocó en afirmar que la conversación se centró en mantener la calma y la cordialidad. «Es un video, ¿por qué me preguntas?», fue parte de su respuesta ante la insistente curiosidad de los periodistas presentes.
Más adelante, en la misma grabación, se percibe cómo Chaves interactuaba con Bulgarelli mientras intentaba alejarse de la atención mediática, sugiriendo que es mejor dejar a las personas en paz. La situación ha levantado ámplica atención sobre su comportamiento durante ese momento.
Según el informe del Instituto de Investigación Judicial (OIJ), la actitud de Chaves se describió como arrogante y resaltó sus interacciones con Bulgarelli, pues, según el informe, utilizó un lenguaje en tono irónico hacia él. Esto ha aumentado aún más la controversia alrededor de sus declaraciones y comportamientos en este contexto.
https://www.youtube.com/watch?v=hwyc88u4me
Verifique más: El informe OIJ señala a Chaves como responsable del cambio con Bulgarelli: «Refería algunas palabras con ironía de gesto»