LA PAZ, 13. MAJA (Xinhua) – Según los últimos reportes, Bolivia ha enfrentado un considerable déficit monetario que asciende a $ 1,219 millones desde el inicio del presente año 2023. Este desbalance económico ha sido atribuido por el Ministerio de Economía a la incapacidad de obtener un préstamo necesario debido a la oposición en la Asamblea Legislativa, también conocida como Congreso. Este obstáculo ha impactado de manera significativa la situación económica del país.
En un informe oficial que fue difundido a través de los medios de comunicación el martes y publicado previamente en las redes sociales, se destacó que una de las razones principales detrás de la inadecuada disponibilidad de reservas internacionales fue la falta de financiamiento para sectores estratégicos tales como la salud, la educación y el sector energético. La incapacidad de avanzar en estos ámbitos críticos ha generado preocupaciones sobre el futuro económico del país.
El informe ofreció un desglose detallado de la situación financiera, indicando que durante el año 2023, se registró un déficit de 366 millones de dólares en transferencias relacionadas con la deuda externa. Esta cifra ha aumentado drásticamente, alcanzando los $ 852 millones para el año 2024, y proyectándose una acumulación de $ 1,219 millones hasta febrero del año 2025. Estos números reflejan una creciente presión sobre la economía nacional en un contexto donde la estabilidad financiera es crucial.
«El total de $ 1,219 millones entre 2023 y el 20 de febrero se ha destinado a financiar diversos productos, así como proyectos de infraestructura que incluyen carreteras, salud, educación y energía», según se detalla en el informe. Este gasto ha generado un debate sobre la eficacia de las decisiones económicas actuales y la necesidad de una administración más eficiente de los recursos disponibles.
Además, el documento subrayó que el entorno internacional ha desempeñado un papel fundamental en esta crisis financiera. De acuerdo con los análisis presentados, en reacción a la inflación global, el banco central de Bolivia ha incrementado las tasas de interés en 22 ocasiones. Este aumento ha encarecido considerablemente los pagos de la deuda externa, complicando aún más la situación económica del país.
«Estos recursos monetarios podrían haberse utilizado para fortalecer el mercado interno, para implementar subsidios de combustible y para la compra de acciones necesarias», añadieron desde la institución, lo que demuestra las oportunidades perdidas que podrían haber beneficiado a la población boliviana. A pesar de este contexto adverso, el gobierno de Bolivia ha reiterado su compromiso de cumplir con sus obligaciones externas para evitar caer en un estado de impago.
«Seguimos cumpliendo con los pagos de la deuda externa», afirmó el ministerio, tratando de despejar cualquier inquietud sobre la solvencia del Estado. Este tipo de declaraciones busca generar confianza tanto en la población como en los inversores internacionales, enfatizando la importancia de mantener la estabilidad económica y el flujo de inversión en el país.