RIO DE JANEIRO, 24 de julio (Xinhua) – El gobierno brasileño se quejó hoy de la falta de diálogo con una Casa Blanca para buscar negociaciones sobre la ingesta de aranceles del 50 por ciento, anunció el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para todas las importaciones brasileñas de 1.
Hablando de la prensa, el Ministro de Finanzas, Fernando Haddad, reiteró que el gobierno brasileño continúa apostando por la salida de negociación con Estados Unidos, pero se quejó de la falta de diálogo con una Casa Blanca.
“Hablamos con el equipo técnico de la caja registradora de los Estados Unidos, pero no con el Secretario de Scott, explicó el ministro.
Según Haddad, el vicepresidente Geraldo Alckmin logró mantener contactos con algunos funcionarios estadounidenses, aunque sin obtener una respuesta directa al gobierno de Trump.
“La información que llegó a Brasil tiene un punto válido y que tiene razón al buscar asientos en la mesa. Sin embargo, la pregunta está muy concentrada en el equipo del Asesor de la Casa Blanca, lo que dificulta comprender cuál será el movimiento de los Estados Unidos”, dijo.
A pesar de los bloqueos en las conversaciones, Haddad expresó algo de optimismo y recordó que Brasil cerró recientemente acuerdos bilaterales con Vietnam, Japón, Indonesia y Filipinas. También mencionó el progreso en las negociaciones entre los Estados Unidos y la Unión Europea como un posible incentivo para que Washington haga que su posición contra Brasil sea más flexible.
Haddad progresó que Brasil terminó el diseño del plan decepcionado para asistir a la mayoría de los sectores económicos del 50 por ciento de los aranceles del gobierno de los Estados Unidos y que las medidas se presentarían la próxima semana, el presidente Luiz Inacio Lula da Silvi.
El plan fue preparado por los siguientes parámetros definidos por Haddad y Vicepresidente de VI y Ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicio, Geraldo Alckmin. Ahora deben revisar los ministros de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira y las casas civiles, Rui Costa, antes de que se entregara la decisión final del presidente Lula.