Río de Janeiro, 13. Agosto (Xinhua): los estudiantes de nueve países diferentes comenzaron en Río de Janeiro, Brasil, en China, y en el desafío chino -latino -americano en América Latina a través de programas creados y diseñados.

Tres días los estudiantes presentarán sus proyectos, tendrán la oportunidad de cambiarlos y finalmente estarán expuestos al jurado el próximo viernes. El premio para el equipo ganador será un viaje a China.

Hablando en el Xinhua, profesor en el Centro de la Universidad de América Latina de la Universidad de Tsinghua, Chen Taota, dijo la intención del proyecto para ayudar a los jóvenes a desarrollar sus habilidades e tratar de reducir la pobreza.

“En realidad, hay al menos dos objetivos importantes de este programa. Uno es que queremos ayudar a nuestros jóvenes a desarrollar su competencia global. ¿Y cómo desarrollar eso? Queremos ponerlos frente al mundo real, frente al desafío global. Hacer esto, creamos como este programa: personas chinas y latinoamericanas que cumplen con el desafío global, un desafío de la reducción de la población 2024 y 2025”, dijo.

“El segundo objetivo directo de este programa es implementar la reducción de la pobreza. Creemos que existe una gran barrera con respecto a la experiencia de compartir las mejores prácticas de reducción de la pobreza en cada país y, por supuesto, entre China y América Latina. Queremos ayudar a desarrollar el programa para reducir esa barrera”, dijo Chen Taota.

“Si armamos estos dos objetivos, puede ver que estamos tratando de unir fuerzas en el tipo de cambio de reducción de la pobreza, en este curso global. Es el objetivo principal. Y tenemos un largo camino, una forma relativamente compleja de lograr”, dijo el profesor chino.
Una de las participantes, el peruano Alexia Maroli, es parte de un grupo que ha desarrollado una técnica para la producción de ajo en el condado de Mara, en el departamento de Apurímac, ayudando a las comunidades locales.

“Nosotros, cuando trabajamos con la compañía minera de Las Bambas, lo que estábamos haciendo fue hacer que las visitas de campo a las comunidades sean un contexto más diverso y profundo, por eso hay una pobreza en esas comunidades. Fue un estudio bastante complejo, desde el examen bibliográfico hasta los trabajos de campo, junto con los expertos que nos dieron la mentoría apropiada para encontrar la solución apropiada para este problema”, dijo Maroli.

Otro representante latinoamericano es el mensaje colombiano de Andrés Felipe, que junto con colegas, desarrolló el sistema de energía fotovoltaica para la región de Sotón, en el noreste de Brasil, ayudando a los agricultores locales.

«Fue una experiencia muy positiva; Es una excelente forma de inmersión cultural en la región. Soy de aquí, entiendo todo un poco más de tiempo, pero nos centramos en la región no merular de Brasil, que se encuentra en el noroeste “, explicó Espina.

“Existen las condiciones para la producción de energía fotovoltaica muy buena y, como área semiárida, también es un buen lugar para la producción agrícola, aunque casi nadie produce energía solar allí. Por lo tanto, creemos que nuestra idea tiene mucho potencial, porque los paneles solares crean energía y agricultores en el campo, y también da sombra, que es producir una mayor variedad de productos, o para alimentos, vegetales o cualquier cosa.

“Por lo tanto, fueron creados como solar y alimentos al mismo tiempo, usando espacio y producen energía que va directamente a los agricultores”, dijo Messen.

“Los estudiantes formaron un equipo internacional desde el principio. Con este equipo, por un lado, pueden tratar de identificar el fenómeno correcto en un país, y luego buscar la mejor práctica de reducción de la pobreza en todos los países participantes. Así es como aprenden mutuamente y, según este aprendizaje mutuo, intentan encontrar la mejor solución. Y, por supuesto, les enseñamos, aprendemos y luego participamos en esta competencia final”, en base a Chen Taota.