SAN JOSÉ, 13 de abril (Elmudo.CR) – La influencia de la automatización a través de la inteligencia artificial (IA) no se limita a la simple operación dentro de las empresas, sino que también genera cambios significativos en el mercado laboral a un nivel más amplio. En Costa Rica, la adopción de la IA ha dejado de ser un fenómeno marginal; una notable cifra del 58% de los empleadores ha integrado algún tipo de tecnología inteligente en sus operaciones, mientras que un 16% adicional tiene planes de implementarla en un futuro cercano, según la encuesta sobre la expectativa de empleo de mano de obra (2024).
Este panorama plantea un reto estructural para la fuerza laboral del país: surge la pregunta de cómo se puede preparar para un entorno en el que muchas tareas tradicionales van a desaparecer o ser alteradas drásticamente.
Los avances tecnológicos están automatizando tareas repetitivas que, por lo general, corresponden a actividades administrativas. Sin embargo, este cambio también abre la puerta a nuevas posiciones que demandan habilidades de pensamiento crítico, liderazgo y creatividad. El Informe sobre el futuro del empleo 2025 del Foro Económico Mundial respalda esta proyección, sugiriendo que los trabajos del futuro serán de naturaleza híbrida, con un fuerte componente humano que se complementa con habilidades digitales y tecnológicas.
Por ende, la clave no consiste en competir con las máquinas, sino en adquirir habilidades que las máquinas no puedan replicar. Guillermo Salas Dalsaso, un experto en innovación tecnológica, subraya que «la IA es excelente para reconocer patrones, pero no es capaz de entender los activos contextuales que fundamentan muchas de nuestras decisiones humanas».
A pesar de su considerable capacidad, la IA se limita a aprender de lo que ha sido documentado. Esto restringe su capacidad para interpretar dinámicas informales, usos culturales y realidades que existen fuera de las estructuras digitales. En un país como Costa Rica, donde la diversidad regional influye notablemente en la manera en que se manejan las empresas, esta brecha representa una oportunidad estratégica para el talento humano local.
“La IA procesa información a partir de datos. Si algo no ha sido documentado, como la tradición oral en comunidades o el conocimiento local que no se ha digitalizado, simplemente no lo reconoce», advierte Salas.
En las comunidades rurales, por ejemplo, la confianza personal puede ser un factor más influyente que los protocolos formales establecidos. Esto afecta decisiones de compra, la gestión interna de negocios y la dinámica laboral que pueden no ser captadas por algoritmos.
La transformación digital no implica la eliminación del trabajo humano, sino una reconfiguración de cómo este se lleva a cabo. Sectores como el servicio al cliente, la gestión profesional y las relaciones laborales están redefiniendo la creciente necesidad de habilidades que combinen inteligencia emocional, interpretación contextual y toma de decisiones éticas.
Algunos de los perfiles emergentes que presentan un alto potencial en este nuevo panorama son:
- Consultor en transformación digital con un enfoque comunitario
- Diseñadores de experiencia que integran raíces culturales locales
- Mentores laborales que facilitan procesos de conversión profesional
- Líder de innovación con sensibilidad social y capacidad de adaptación
Estos roles no solo satisfacen las demandas del mercado, sino que también constituyen un mecanismo esencial para asegurar que el talento local pueda encontrar oportunidades laborales en el futuro.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina tiene el potencial de generar más de 10 millones de nuevos empleos digitales en un plazo de cinco años. No obstante, la participación real en esta revolución digital dependerá de una estrategia profesional robusta que incluya directrices activas en capacitación técnica, formación digital desde etapas tempranas y la colaboración entre los sectores público y privado.
“El progreso tecnológico es indiscutible, pero solamente los seres humanos pueden crear un entorno capaz de adaptar esta tecnología de manera que sea socialmente beneficiosa. Este será nuestro verdadero diferencial», cierra el experto en su afirmación.