Corrales: la inflación alcanza hasta 9 veces más en hogares pobres que ricos
San José, ABR (Elmundo.cr) – El Economista Gerardo Corrales presentó un análisis que destaca una diferencia preocupante en el Impacto de la inflación sobre los diversos segmentos de la población costarricense. Este estudio ofrece una visión crítica sobre cómo la inflación afecta desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos en comparación con aquellos de mayores recursos económicos.
Según su investigación, mientras que el Índice de precios al consumidor (IPC) acumuló un modesto 1.3% entre mayo de 2022 y marzo de 2025, el costo de la Cesta de comida básica (CBA) se disparó en un asombroso 12.6%. Esta discrepancia sugiere que las familias de ingresos bajos están soportando una carga mucho mayor en términos de costos de vida.
Corrales apunta que esta diferencia significativa es un reflejo de la creciente desigualdad en el ingreso real de los hogares, en particular entre aquellos que se encuentran en el estrato más vulnerable de la sociedad. «Durante esta administración, el costo de la canasta básica estaba constantemente por encima del nivel de inflación general, lo que afecta más a aquellos que tienen menos», declaró Corrales en su presentación.
El análisis revela que al desglosar el IPC según los niveles de ingresos, la situación se torna aún más desigual. Mientras que los hogares de altos ingresos han experimentado una reducción promedio de precios del 0.3%, las familias con bajos ingresos han acumulado una inflación del 4.7%. Este dato es alarmante, ya que indica que las familias más vulnerables no solo son las más afectadas por el aumento de precios, sino que además ven que su poder adquisitivo se deteriora más rápidamente.
La razón de esta discrepancia puede explicarse por los diferentes patrones de consumo que predominan en cada grupo. Por ejemplo, los bienes que han registrado una disminución de precios, como el diésel, la gasolina, la compra de vehículos nuevos y los boletos aéreos, son consumidos en mayor medida por los sectores de ingresos más altos. Este fenómeno implica que las familias adineradas pueden beneficiarse de estas bajas, mientras que las familias de bajos recursos se ven obligadas a seguir pagando precios elevados por productos y servicios esenciales.
En contraposición, los productos y servicios básicos, como alimentos, alquiler, servicios públicos, educación, medicina y transporte público, cuyos precios han estado en aumento, constituyen un mayor porcentaje del gasto para los hogares de ingresos bajos. Estos son gastos indispensables para su supervivencia diaria, lo que agrava aún más la situación.
“Es imperativo que las políticas públicas tengan en cuenta estas diferencias para evitar que la inflación aumente la desigualdad social en Costa Rica,” advirtió Corrales, enfatizando la necesidad de una respuesta oportuna de parte del gobierno.
Este análisis se fundamenta en los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) y forma parte de un esfuerzo más amplio en los estudios de economía actual. Los hallazgos resaltan la urgencia de abordar las disparidades que la inflación está exacerbando en la sociedad costarricense.
Edmundo
El mundo CR