La Agencia de Investigación Judicial (OIJ) supuestamente arrestó a una pareja vinculada a la trágica muerte de su hijo de tan solo 10 años el jueves 24 de abril. Este desolador caso ha conmocionado a la comunidad y ha abierto un intenso debate sobre la violencia familiar y sus implicaciones en la sociedad moderna.
El incidente, que ocurrió el 15 de abril, se originó cuando los agentes recibieron un informe del poder público que indicaba la supuesta autoeliminación del niño en el sector de El Rosario en San Pablo de León Cortés. Este tipo de situaciones despiertan una serie de dudas y cuestionamientos, especialmente cuando hay circunstancias sospechosas alrededor del caso.
«Debido a la experiencia de los compañeros y la escena en la que fueron encontrados, se indicaron algunas contradicciones con la mecánica de la muerte de esta persona», señaló Randall Zurroga, director de la OIJ.
A raíz de estos sucesos, se solicitó la colaboración de las autoridades de medicina forense, y el caso comenzó a ser tratado como un posible filicidio, es decir, un homicidio de un niño a manos de su propio padre. Este giro en la investigación marca un cambio significativo en la dirección del caso, resaltando la gravedad y la complejidad de la situación.
El experto en criminología Zúñiga enfatizó que es posible concluir que el padre, un hombre de 72 años, podría haber acabado con la vida del menor debido a una cuestión vinculada a la violencia doméstica. Este tipo de violencia es un fenómeno desafortunadamente común que afecta a muchas familias, y los estudios indican que a menudo tiene raíces profundas en la dinámica familiar.
La determinación de la investigación se apoya en la opinión de las ciencias forenses derivada de la autopsia, así como en antecedentes de violencia documentados por entidades gubernamentales previas. Estos antecedentes son cruciales para entender el contexto y las circunstancias que rodean este doloroso hecho.
Por su parte, la madre, una mujer de 50 años, está siendo acusada de omitir la asistencia necesaria para el menor. Su figuración en el caso añade otra capa de complejidad a una situación ya de por sí trágica.
«En este caso particular, la OIJ actúa de manera bastante profesional, como siempre lo hace», puntualizó el director, resaltando la seriedad con la que se está manejando la investigación.