Un menor de 16 años fue asesinado a tiros el pasado lunes por la noche, un trágico suceso que ocurrió en caminos públicos del Sector vecino de Pacuare, en la provincia de Limón. Esta información ha sido confirmada por la Agencia de Investigación Judicial (OIJ), que ha comenzado a investigar más a fondo este perturbador incidente.

De acuerdo con los informes iniciales, el homicidio se registró a las 21:16 horas, cuando las autoridades fueron notificadas sobre una persona que había resultado herida por un arma de fuego en una calle transitada. La gravedad de la situación motivó una rápida respuesta de los equipos de emergencia, quienes al llegar al lugar no pudieron hacer nada más que declarar sin vida al joven. Este presentaba Múltiples impactos de bala en la parte posterior, así como en las nalgas y en la parte posterior de las piernas, lo cual indica la violencia con la que se cometió el crimen.

«Aparentemente se le acercó dos sujetos que viajaban a bordo de una motocicleta y dispararon contra él con un arma de fuego de manera repetida«, explicó el OIJ en su informe preliminar, lo que sugiere un ataque premeditado y dirigido.

Durante la inspección de la escena del crimen, los investigadores recolectaron varias indicaciones balísticas que han sido enviadas para su análisis en laboratorios forenses. Este proceso es esencial no sólo para determinar el tipo de arma utilizada, sino también para buscar pistas que puedan llevar a la identificación de los perpetradores. Además, el cuerpo del menor fue trasladado a la Morgue judicial para llevar a cabo la autopsia correspondiente, un procedimiento fundamental para esclarecer las circunstancias de la muerte.

Las autoridades han indicado que el caso se mantiene bajo investigación para esclarecer todos los hechos relacionados con este crimen y encontrar a los responsables de este lamentable delito. La violencia juvenil en la región es un tema que ha llamado la atención en los últimos años, y este asesinato ha reavivado el debate sobre la seguridad pública y la necesidad de implementar medidas efectivas para proteger a los jóvenes en las comunidades.

La comunidad se encuentra en shock tras la noticia, y muchos se preguntan cómo se puede permitir que actos como este ocurran en espacios públicos donde deberían prevalecer la seguridad y la paz. Organizaciones locales y activistas han comenzado a pedir justicia y a exigir una respuesta rápida de las autoridades para que similares incidentes no vuelvan a repetirse. Este caso resalta la necesidad de abordar de manera integral el problema de la violencia en las comunidades, no solo a través de las investigaciones policiales, sino también mediante políticas sociales que busquen prevenir que los jóvenes queden expuestos a situaciones de riesgo.