El caso produjo una ola de reacciones como resultado de las declaraciones públicas de Alfaro en su cuenta de Tiktok, donde expuso que el embargo influyó severamente en sus ingresos y su apoyo básico, especialmente en un momento en que tenía problemas para obtener un trabajo.
En su mensaje, Alfaro dice:
‘El miércoles pasado, fui a la solicitud del banco para una deuda, y casi me fui atrás. Incluso tenía cinco centavos. Llamé al banco, pensé que me habían engañado. Entonces supe el embargo preventivo solicitado al disfrutar de hoteles sobre lo poco que me quedaba para vivir. […] Ni siquiera me notificaron la pregunta y mis activos estaban abrumados, me sacaron el pan de mi boca, es inhumano. ‘
El comunicador social ha revelado que esta acción judicial es parte de un intento de cuestionar a aquellos que defienden activos comunes y cuestionan intereses poderosos. En su discurso, Alfaro enfatizó que la pelea va más allá de su caso específico:
“No se trata de mí, es un ataque directo al derecho a informar la libertad de expresión. […] Querías poner una mordaza que siembra el hambre y el miedoConvierta el pánico en determinación para continuar protegiendo nuestros bienes ordinarios. No permanecerán en silencio. ‘
Este evento plantea un debate sobre la relación entre concesiones, usuarios de redes sociales y la defensa de la libertad de expresión en contextos del socio -ambiente y el conflicto público. También abre preguntas sobre medidas judiciales que involucran embargo preventivo en medio de procesos de difamación, y sus consecuencias sobre la existencia básica y los derechos de los condenados.
Contexto y consecuencias
@juambacaminando Guardemos la playa de Panamá
Juan Bautista Alfaro ha sido reconocido en las redes sociales por su activismo y cobertura crítica relacionada con los problemas ambientales y los derechos colectivos en GuanacasteEspecialmente vinculado a la gestión y uso de países estatales en Playa Panamá. Este conflicto legal agrega tensión a un problema que ya es visible en el debate público sobre adyunciones turísticas, la protección del área y la participación de la hamburguesa.
Las organizaciones y los defensores de la libertad de expresión expresaron su preocupación por los posibles esfuerzos a los sensores o la presión legal para defender la voz de los activistas y los creadores de contenido que informan irregularidades o causas sociales.
Si el caso judicial continúa, el asunto ahora será seguido por sectores social, de redes y legales, por su posible impacto en la libertad de expresión y los derechos de defensa en Costa Rica.