En un trágico giro de eventos, Nueva Delhi fue testigo de un lamento global tras el fallecimiento del Papa Francisco, un líder espiritual que dejó una huella indeleble en millones de corazones. El primer ministro de la India, Narendra Modi, expresó su profundo compromiso y respeto por el Papa, quien falleció en su residencia en el Vaticano, dejando a la comunidad católica y a personas de fe de todo el mundo sumidas en la tristeza.
El primer ministro Modi compartió sus sentimientos a través de un mensaje conmovedor en la red social X, donde dijo: «Lamento profundamente la muerte de su santidad, el Papa Francisco. Este momento es doloroso y su memoria perdurará. Mis condolencias van dirigidas a la comunidad católica global. Millones de personas en todo el mundo siempre recordarán al Papa Francisco como un ejemplo de compasión, humildad y valentía espiritual». Refiriéndose a la dedicación de Francisco a las enseñanzas de Jesucristo, Modi destacó cómo el Pontífice dedicó su vida a servir a los pobres y a aquellos que buscaban esperanza en sus tiempos de dificultad.
El primer ministro indio recordó con cariño las reuniones que tuvo con el Papa Francisco, donde se sintió «muy inspirado por su compromiso con el desarrollo inclusivo y sostenible». Modi también expresó su eterna gratitud por el amor que el Papa mostró al pueblo de la India, señalando que esta relación siempre será recordada con cariño. «Que su alma encuentre la paz eterna en el abrazo de Dios», concluyó el primer ministro en su emotivo tributo.
El Papa Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, falleció el lunes por la mañana a la edad de 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano. Su muerte fue precedida por un notable deterioro en su estado de salud, que comenzó con una bronquitis y se complicó posteriormente con una inflamación. Los médicos diagnosticaron neumonía bilateral, lo que llevó a su internación y tratamiento intensivo.
El 23 de marzo, después de una estadía prolongada de 38 días en el hospital, el Papa fue dado de alta y regresó a su residencia en el Vaticano para continuar su proceso de recuperación. Sin embargo, desde ese momento, su aparición pública se redujo significativamente, hablando brevemente en una última ocasión en la víspera de su muerte para desear una feliz Pascua a miles de creyentes que se congregaron en la Plaza de San Pedro. (Sputnik)