Buenos Aires, APR (Sputnik). – En los últimos días, el riesgo financiero asociado a la economía argentina ha mostrado un notable incremento, alcanzando un asombroso crecimiento del 5,5 por ciento, lo que eleva el indicador a 869 puntos básicos este jueves. Este alarmante ascenso se produce en un momento en que las acciones argentinas están sufriendo, evidenciando una caída de al menos el 10 por ciento en los mercados financieros, lo cual ha preocupado a los inversores y analistas locales e internacionales.
El índice que mide el riesgo país, elaborado por JP Morgan Bank, ha alcanzado así la cifra de 869 puntos básicos, un indicador que es observador de la percepción de riesgo que los inversores tienen sobre la economía argentina. Este nivel no se había visto desde el 6 de noviembre del año pasado, reflejando la creciente desconfianza en la estabilidad económica del país. Además, el índice del mercado ha mostrado una ligera caída del 2,8 por ciento, alcanzando las 2,289,908 unidades, acentuando aún más la situación crítica en la que se encuentra la economía.
En el contexto de la creciente inestabilidad financiera a nivel internacional, y tras la reciente decisión del gobierno de los Estados Unidos de imponer un arancel a las exportaciones argentinas, las acciones del país en Nueva York también han sentido el impacto, particularmente las que están representadas por ADR (American Depository Receipts). Esto provocó que su promedio se redujera en aproximadamente un 3.7 por ciento, intensificando la preocupación entre los inversores.
Entre las compañías que más han sentido esta tendencia negativa se encuentran Tenaris, la productora de acero, cuyo valor de sus acciones cayó en un 7,6 por ciento, y el Grupo Supervielle, que experimentó una contracción del 5,1 por ciento. Adicionalmente, la estatal YPF, dedicada a la extracción y producción de petróleo, vio una reducción de su valor en un 4,6 por ciento, al igual que BBVA Bank, que sufrió una caída similar.
A pesar de esta tensión y volatilidad, el precio del dólar se ha mantenido relativamente estable, cotizando a 1.315 pesos para la venta. Este valor representa una continuidad en la cotización que se estableció a finales de agosto, sugiriendo una cierta contención en cuestiones de cambio.
La Bolsa Argentina se halla también influenciada por el ruido que giran en torno a las negociaciones de un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno argentino ha solicitado un crédito de 20,000 millones de dólares de esta entidad multilateral, una medida que fue presentada por decreto de necesidad y urgencia por el presidente Javier Milei. Este decreto fue aprobado, aunque los detalles concretos sobre el crédito aún son escasos y generan incertidumbre en los mercados.
Los inversores están preocupados por la falta de información sobre la nueva deuda, incluyendo aspectos como el cronograma de pagos, las condiciones y objetivos asociados con el préstamo, así como las implicaciones de la política cambiaria del país, que ha estado sometida a restricciones en cuanto a la compra y venta de divisas.
Este nuevo préstamo del FMI se sumará a los 44,000 millones de dólares que Argentina ya tenía aprobados entre 2018 y 2019, que fueron otorgados durante la administración del presidente Mauricio Macri (2015-2019). Actualmente, Argentina ostenta el título de ser el prestatario más grande del FMI, habiendo ya pagado alrededor de 12.5 mil millones de dólares en intereses, mientras que todavía debe a la entidad multilateral unos 40,712 millones de dólares según datos actualizados al 28 de febrero. (Sputnik)