San José, 13 nov (elmundo.cr) – Luego de ocho capítulos difundidos en las redes sociales y causando eco en la opinión pública, se estrenó la primera temporada de la saga. “El Fraude al BCR: Caso Fraude BCR-SAFI” llegó a su cierre.
Esta serie de análisis profundos pero simples ha sido preparada en base a documentación oficial y explica claramente el Graves hechos han ocurrido en los fondos administrados por BCR SAFI.filial del Banco de Costa Rica (BCR), que afectados más de 1.700 ahorradoresen su mayoría adultos mayores, jubilados y trabajadores con fondos de pensiones (sin contar los afectados por fondos de pensiones como la JUPEMA que también depositaron allí el dinero de miles de ciudadanos).
“No hay lugar para más excusas. El país conoce los hechos, las autoridades tienen las pruebas y las víctimas aún esperan justicia. Iniciar la solución al caso de fraude al BCR no es una opción política: es una obligación ética y legal”, afirmó. Rodrigo Alberto Carazo, portavoz del grupo de afectados por BCR-SAFI, expresó
A lo largo de los ocho capítulos, se evidenció el patrón reiterado de sobreprecios, simulación de contratos y omisión de advertencias y lineamientos de auditoría interna por parte de los entes reguladores (SUGEVAL y CONASSIF). Entre las revelaciones más importantes se encuentran:
- Compra del Parque Empresarial Pacífico (PEP): BCR SAFI pagó $70 millones de dólares por una propiedad cuyo valor real fue de sólo $28 millones, generando una prima de $42 millones que provino directamente de los ahorros de los inversionistas.
- Fábrica de recargos: Nueve acuerdos de compra similares suman un total de 92 millones de dólares en ingresos acumulados, según registros internos.
- Inquilinos ficticios: Los arrendamientos utilizados para justificar los ingresos del PEP y otras propiedades compradas con sobreprecio fueron firmados por empresas sin capacidad financiera, algunas con capital de apenas ₡100.000 colones y direcciones de contacto en correos electrónicos personales de Gmail, lo que muestra un intento deliberado de simular flujo de caja.
- Ignorar informes: En su informe AUD-SAFI-030-2023, la Auditoría Interna del BCR calificó la conducta de los funcionarios como “negligente, reprobable y negligente”. Pese a ello, el directorio del BCR demoró durante casi dos años la presentación de una cobarde denuncia “contra Ignorado” ante el Ministerio Público, favoreciendo la impunidad.
- Conflicto de intereses institucional: Los mismos dirigentes que aprobaron las compras de SAFI fueron altos directivos del BCR quienes luego autorizaron préstamos para financiar esas compras, cobrando intereses de hasta el 9% anual, que era más del 80 millones de dólares en ingresos al banco estatal a expensas de los fondos afectados. El sobreprecio pagado por esas 9 propiedades incrementó la base sobre la cual el banco costarricense cobra comisiones e intereses a los fondos de inversión controlados por el propio Banco.
- Fraude transferido al ahorrador: Luego de revelarse las irregularidades, BCR SAFI modificó su prospecto para incluir el “fraude” como un riesgo asumido por el inversionista, medida vista por los expertos como una maniobra cínica para evadir responsabilidades.
- Garantías inútiles: Las supuestas garantías activadas tras el default de PEP resultaron ser billetes destruidos y un fideicomiso respaldado por un edificio abandonado, en pésimas condiciones y ya gravado, dejando a los inversores sin apoyo real.
Estas revelaciones estuvieron sustentadas en documentos oficiales, evaluaciones, informes internos y decisiones de SUGEVAL y CONASSIF, que ya determinaron la responsabilidad solidaria del BCR como entidad controladora de su filial.
Un sabio que combina evidencia, pedagogía y condena social.
La saga “El Engaño del BCR” se ha convertido en una plataforma de educación y denuncia ciudadana, presentando hechos complejos del sistema financiero a través de un lenguaje accesible, con respaldo documental y testimonios reales.
Cada episodio buscó empoderar a los afectados y crear conciencia en la sociedad, resaltando el componente humano de la crisis: jubilados que perdieron los ahorros de toda su vida, familias de adultos mayores que dependieron de esos retornos y ahora enfrentan incertidumbre económica.
Segunda temporada: nuevos casos con el mismo patrón
Con la conclusión de esta primera temporada centrada en el caso BCR-SAFI y la PEP, los afectados anuncian que ya se encuentra en desarrollo la segunda temporada. Esta nueva entrega abordará otros casos identificados por los propios ahorradores, que reproducen el mismo patrón malicioso de sobreprecios, conflicto de intereses y falta de control institucional, pero que aún no han sido desvelados.
Aunque aún no se han hecho públicos, los nuevos casos están completamente documentados y pronto se presentarán en nuevos capítulos que continúan combinando investigación, evidencia y comunicación clara para los ciudadanos. El El BCR-SAFI aparece como una entidad incompetente y descuidada que se ha desviado de su objetivo y adoptado patrones de comportamiento que han sido cuestionados por su propia auditoría interna. y por las autoridades supervisoras que llevaron a la acumulación de propiedades que no satisfacen en absoluto las necesidades del mercado.
La saga confirma así su compromiso con la defensa de la transparencia, la rendición de cuentas y la confianza en las instituciones financieras del país, bajo el lema de que la verdad no puede ser sepultada por la burocracia o el silencio.




