Economía

Envejecimiento en Cuba, entre desafíos económicos y prosperidad – El nacional cr

Bandera de Cuba. Xinhua

La Habana, jun.

Cuba cerró 2024 con aproximadamente 9.7 millones de habitantes y envejeciendo a la población del 25,7 por ciento, según la Oficina de Estadísticas Nacionales de mayo (ONEI).

Según esta entidad, entre 2020 y 2024. La isla registró una disminución de más de 1,4 millones de personas, y en relación con 2023. “Hubo una reducción total de la población de 307,961 habitantes”.

Criado a esto, solo 71,358 nacidos, al menos en los últimos 65 se registraron en el país, dijo, lo que también confirmó la migración al extranjero en un cuarto de millón de Kuban recientemente.

Dichas tendencias persisten y distinguen aún más las preocupaciones sobre su impacto en las fuerzas productivas y otras esferas de la vida.

De hecho, el paisaje diario de La Habana y otras provincias muestra a todo el ganador de la población en largas filas para la adquisición de alimentos o drogas, y los expertos advierten sobre la emergencia de la atención ofrecida.

Cuidado inseguro

Para el sociólogo Mácel Romero, el trabajo se clasificó en este contexto demográfico, aunque es inseguro gradualmente en medio de recortes eléctricos permanentes, falta de medicamentos e inventarios, aumentando las canastas básicas y las largas filas para las compras de alimentos.

Romero, coordinador de la Red de Cuidados Cubanos, le dijo al Sputnik a la agencia que hay “grandes dificultades para acceder al soporte técnico que son igualmente importantes como camas, muletas, pañales de una sola vez, toallitas húmedas, entre otros”.

Además, señaló que las mujeres fueron durante la historia que se hicieron cargo de estas tareas y responsabilidades de atención, sobre la base de una distribución desigual en la cultura patriarcal.

“Todos somos ciudadanos con el derecho de cuidar los derechos de la precaución. Las soluciones de la crisis de la atención no pueden seguir siendo soluciones individuales o familiares, debemos pensar en una forma de gobierno público en el que las soluciones también son la gestación del colectivo”, dijo el especialista.

En este sentido, Romero decidió sacar el asunto del campo familiar al que resultó y lo resolvió como lo que era: un problema social que merece respuestas colectivas.

También insistió en la importancia de mejorar los proyectos de desarrollo locales o alternativas en la comunidad que a menudo se repite antes de la necesidad y la falta de acompañamiento.

Esfuerzos comunitarios

Los bajos pensionistas, los altos costos de los alimentos, los problemas para adquirir medicamentos y el acceso a ciertos servicios de salud son realmente que la mayoría de los adultos mayores en Cuba no escapan.

En medio de una situación compleja, las iniciativas como los “círculos de abuelo” aún están activos, promovidas por el Ministerio de Salud Pública y el Instituto Nacional de Deportes, para la práctica de actividades físicas y recreativas.

Del mismo modo, aunque las horas de trabajo, el sistema de atención familiar (SAF) cubre los centros de procesamiento de alimentos que sirven alimentos para adultos mayores, personas con discapacidades, en una situación de vulnerabilidad o ingresos insuficientes.

Varios estudios muestran la disminución de la capacidad de este tipo de comedor social, una contracción que no parece hacia la creciente vulnerabilidad social.

Por otro lado, alrededor del 40 por ciento de los pensionistas cubanos deben arreglarlos con una pensión mínima, que es de aproximadamente 1,528 pesos (casi $ 13 para cambios oficiales y solo 5 en el mercado informal), lo que no es suficiente para cubrir la canasta base.

Dados estos y otros problemas, muchos adultos mayores preguntan cómo enfrentar el desafío de manejar en una sociedad que apueste por la informatización, separando a la familia del éxodo de niños y nietos, soledad y enfermedad …

¿Se van a Penale Dance?

No dejaron tales dificultades indiferentes al bailarín y coreógrafo Lizt Alfonso, que en febrero lanzó un proyecto de baile, después de la exposición llamada “abuela y abuela prestada” en una de sus sedes.

“El baile no es un proyecto que llama a todas las llamadas más antiguas para pasar un tiempo divertido, visito la danza de la música de nuestra vida, nuestras abuelas”, dijo Alfonso.

Al principio, solo la música y los bailes cubanos, como Chachachá, Mambo, Stuba o Mozambique, y luego se abrieron en ritmos internacionales, y la abuela y la abuela disfrutaron del director Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC).

“La idea es que la vida es un poco más alegre para las personas que nos han aprendido desde que éramos pequeños, ahora tenemos que darnos todo lo que nos hicieron”, dijimos el prestigioso bailarín.

Israel Pérez, rehabilitador en Greyre General al Hospital de Hirurg en Andrade, dijo que incluía un baile no tenía un viejo adulto en el municipio de Centro Haban, agrupado en la comunidad del pecho.

“Siempre usé la danza como terapia y parecía muy agradable que la personalidad de la cultura cubana era como si Lizt Alfonsa creara un espacio como este. Creo que la salud y la cultura pueden hacer una hermosa supresión binomial binual del estrés, mejorar el estado de ánimo de los ancianos”, dijo.

Entonces, por ejemplo, Septuagenaria Esperanza Miranda disfruta del proyecto como una forma de socializar, mientras que, en 82, Sarah Toledo reclama el derecho a los ancianos a entretener y bailar.

Sin duda, son píldoras de bienestar que ayudan a lidiar con la realidad desafiante y lo que queda por vivir. (Sputnik)

Redacción

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