El 8 de abril de 2024, en Washington, se ha indicado que se prevén sanciones severas contra Irán, especialmente si las negociaciones en curso entre EE.UU. y Teherán no llegan a buen término. En este contexto, Chris Wright ha expresado la necesidad de imponer restricciones aún más drásticas como parte del programa nuclear de la nación persa.
Wright afirmó claramente: “Se anticipan sanciones extremadamente severas contra Irán. Solo así podremos forzarlos a abandonar su programa nuclear. Esa es, indiscutiblemente, la única forma efectiva de garantizar la paz”. Estas declaraciones se produjeron en medio de un llamado a Estados Unidos para que potencie el embargo económico sobre Irán si las conversaciones no alcanzan un acuerdo fructífero.
Por otra parte, el presidente Donald Trump anunció que hubo “negociaciones directas” entre Washington y Teherán en lo que respecta a la cuestión nuclear. Además, informó que ambos lados llevarán a cabo una “reunión muy importante” en Omán el próximo sábado.
En ese mismo día, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, manifestó que existe la posibilidad de llegar a un acuerdo, aunque la clave radicará en la voluntad y disposición de Washington para avanzar. No obstante, insistió en que las negociaciones actuales son indirectas y que, por el momento, su país no está dispuesto a cambiar la dinámica de sus discusiones, ya que no considera correcto utilizar la negociación como un medio de presión.
Araghchi subrayó que el objetivo fundamental de la reunión del sábado es asegurar el respeto de los derechos del pueblo iraní, al tiempo que se evalúan las sanciones impuestas a la nación persa.
Desde el 4 de febrero, Washington ha implementado un embargo a la industria petrolera de Irán, lo que ha intensificado la política de «máxima presión» defensiva de la administración Trump hacia Teherán.
El 7 de marzo, Trump envió una carta al líder supremo de Irán, el Ayatolá Ali Jamenei, en la que expresaba su interés en concretar un acuerdo con Teherán, evitando así medidas militares. Sin embargo, en una entrevista con NBC el 30 de marzo, Trump advirtió que podría llevar a cabo un “bombardeo sin precedentes” si no se lograba un acuerdo entre las partes.
Recordemos que en 2015, la República Islámica de Irán firmó un pacto con Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido, China, Francia y Alemania, que limitaba las actividades militares del programa nuclear iraní a cambio de la reducción de las sanciones internacionales. A pesar de esto, en mayo de 2018, bajo la presidencia de Trump, EE.UU. se retiró del acuerdo, reimponiendo sanciones unilaterales al sostener que Irán continuaba su desarrollo de armas nucleares, una afirmación que más tarde se verificó.
Como respuesta, un año después, Teherán comenzó a reducir las limitaciones en sus investigaciones nucleares y el nivel de enriquecimiento de uranio, marcando un retroceso significativo en los esfuerzos de control sobre su programa nuclear. (Sputnik)