SAN JOSÉ, 2 de mayo (Elmundo.cr) – En los últimos días, los tutores de perros en todo el país han estado enfrentando una creciente preocupación debido al brote de Discemperador, mejor conocido como «Canino Moquillo». Esta enfermedad viral es altamente mortal y representa una amenaza significativa tanto para los perros como para la vida silvestre en la región.
Frente a esta alarmante situación, el Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica ha instado a la población a realizar acciones para prevenir la contaminación en sus mascotas y en la fauna silvestre. Es un llamado a la responsabilidad colectiva para mitigar los riesgos asociados con esta contagiosa enfermedad.
La Dra. Silvia Coto, Presidenta de la Facultad de Médicos Veterinarios de Costa Rica, expresó que «se trata de un virus que no es nuevo». De hecho, es un patógeno que se ha documentado a nivel mundial. Aunque el problema en sí no es reciente, se ha vuelto más prominente en los medios de comunicación. Esto se debe a que más personas comparten información sobre el virus en sus redes sociales, elevando así el nivel de preocupación. Para reducir el número de perros infectados, es de vital importancia que los tutores sean responsables y lleven a sus mascotas a un veterinario de confianza para la vacunación.
Transferencia de virus
El moquillo se propaga a través de las secreciones de un animal infectado. Esto incluye partículas que se liberan cuando el animal tose o estornuda, las cuales pueden ser inhaladas o entrar en contacto con las membranas mucosas de otro animal susceptible, provocando así el contagio. También es posible que la saliva, las heces o la orina de un animal enfermo se conviertan en vías de infección.
Además de los perros, el virus del moquillo puede afectar a otros animales como zorrillos, mapaches, pizotes, coyotes, chacales y felinos salvajes. Es importante destacar que esta enfermedad no representa un riesgo para la salud humana.
Signos de la enfermedad
La enfermedad presenta un periodo de incubación que varía entre 12 y 14 días en el organismo del animal infectado. Los síntomas pueden manifestarse a través de:
- Secreciones nasales y oculares (mocos y lagañas)
- Tos persistente
- Dificultades respiratorias
- Erupciones cutáneas y cambios en las almohadillas plantares
- Diarrea
Esta enfermedad puede avanzar y afectar seriamente el sistema nervioso del animal, lo cual puede llevar a síntomas adicionales como:
- Desviación de la cabeza
- Tics o movimientos involuntarios
- Aullidos y comportamientos agresivos
- Convulsiones
El virus es conocido por su alta tasa de mortalidad y, en caso de que los animales sobrevivan, pueden sufrir consecuencias a largo plazo y servir como portadores de la enfermedad.
Recomendaciones
Asimismo, se aconseja evitar que las mascotas asistan a parques para perros, donde el riesgo de infección es elevado, asegurando que no tengan contacto con la orina o heces de otros animales. Las mascotas más vulnerables son aquellas con condiciones de salud preexistentes que comprometen su sistema inmunológico, incluyendo perros con alergias, dolores crónicos o en tratamiento de quimioterapia.
El Dr. Coto enfatizó que «la vacunación solo debe ser realizada por médicos veterinarios calificados. No debe ser ejecutada por particulares, criadores o cualquier persona que no esté legalmente habilitada para ello. Además, la vacuna debe ser administrada en clínicas veterinarias para garantizar que el tutor del animal pueda estar seguro de que la vacuna ha mantenido su cadena de frío y fue extraída directamente del refrigerador para su aplicación. Si no se mantiene el respeto por la cadena de frío del producto, puede comprometerse la eficacia de la inmunización del animal.
Por último, el Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica defiende la regulación legal de la profesión veterinaria. Invita a la población a consultar recursos disponibles en su sitio web, donde se encuentra un directorio de médicos veterinarios acreditados.