La situación actual del equipo Guanacasteca ha tomado un rumbo decisivo e irreversible, ya que se ha determinado que el club no podrá continuar compitiendo en la primera categoría del fútbol debido a la revocación de su licencia de participación. Este desenlace no ha pasado desapercibido, y ha generado una serie de reacciones entre los involucrados en la organización. En este contexto, el ex gerente deportivo y ex entrenador Yosimar Ariias ha decidido hacer público su descontento y ha instado a los líderes de la institución a afrontar la realidad de la situación. Se trata de un llamado de atención que denota el desagrado y la frustración que siente respecto a la gestión actual del equipo.
Yosimar Ariias no se ha quedado callado y, de hecho, ha asegurado que posee evidencia en forma de video que documenta situaciones críticas y problemáticas que ya se habían presentado hace aproximadamente un año. En sus declaraciones, afirmó: «He hecho un par de videos, sé que esto va a suceder. Es hace un año. Los tengo con fecha y hora y espero hacerlos públicos. Me toman tanto. Me mienten y Los años que trabajaron en la organización no me pagaron«. Con estas palabras, Ariias no solo está poniendo en tela de juicio la transparencia y la ética de la gestión en Guanacasteca, sino que también está exponiendo su propia experiencia negativa tras haber trabajado en la institución durante un tiempo considerable.
Su testimonio resuena con la inquietud que muchos han expresado sobre la administración del club, ya que hay quienes señalan que se han solicitado mejoras en los vestuarios y otras instalaciones, las cuales nunca han sido atendidas. Al respecto, Ariias hizo un comentario contundente: «Soy una Piedrita que los está obstaculizando«, sugiriendo que su presencia y sus demandas en pro de un mejor funcionamiento han sido vistas como un inconveniente por aquellos que están al mando. Esta afirmación pone de manifiesto la lucha interna que enfrentan muchos clubes deportivos, donde los intereses personales y las agendas ocultas pueden prevalecer sobre el bienestar general del equipo y su capacidad de competir en un nivel alto.
Es vital que situaciones como la que vive Guanacasteca sean atendidas con seriedad e inmediatez. La mencionada revocación de la licencia no es un hecho aislado; es el reflejo de una serie de decisiones y acciones que no se han manejado adecuadamente a lo largo del tiempo. Las palabras de Yosimar Ariias podrían ser el catalizador para que otros expresen sus inquietudes y, a su vez, para que se inicien cambios significativos en la estructura organizativa del club. Solo así se podrá pensar en un futuro más prometedor para Guanacasteca y sus seguidores, quienes merecen un equipo que represente dignamente a su comunidad en el ámbito deportivo.