El Banco de Costa Rica (BCR) ha reportado un incidente de robo que tuvo lugar en la sucursal de Limón, lo que ha suscitado una gran preocupación entre las autoridades locales y la comunidad bancaria. Este preocupante hecho ocurrió el domingo 6 de abril, y los detalles preliminares que se han revelado hasta el momento son alarmantes.
Según los informes preliminares de la investigación, los sospechosos del robo se presentaron ataviados con uniformes del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), lo que les permitió actuar con aparente impunidad. Este ingenioso disfraz les facilitó el acceso a la sucursal, lo que sugiere un nivel de planificación que no puede ser pasado por alto. En cuanto a la magnitud del robo, las estimaciones iniciales indican que el dinero sustraído podría ascender a una cifra impactante de alrededor de ₡100 millones de colones. Esta cantidad no solo implica un golpe devastador para la entidad financiera, sino que también plantea cuestiones de seguridad serias y urgentes para otras sucursales del BCR y otras instituciones similares.
Se ha reportado que los perpetradores pudieron reconocer a los empleados y a los clientes en un momento de descuido, utilizando esto a su favor para llevar a cabo el acto delictivo sin necesidad de recurrir a la violencia. Este enfoque astuto y calculador ha desatado una respuesta inmediata por parte de las autoridades. La Agencia de Investigación Judicial (OIJ) ha sabido del suceso y está actualmente llevando a cabo una investigación sobre el robo, esperando obtener información más clara y detallada acerca de la cifra exacta del dinero sustraído, así como de otros pormenores relevantes que puedan ayudar en la detención de los responsables de este delito.
Es importante mencionar que la sucursal de Limón no contaba con supervisión privada durante los fines de semana, un aspecto que indudablemente facilitó el acceso de los criminales y su capacidad para ejecutar el robo sin ser detectados. Esta situación ha llevado a los directivos del BCR a reconsiderar las medidas de seguridad implementadas en sus sucursales, especialmente aquellas que operan el fin de semana, para evitar que incidentes similares se repitan en el futuro.
Por último, el Banco de Costa Rica ha asegurado a sus clientes que la situación generada por este robo no afectará sus operaciones ni comprometerá la estabilidad financiera de la entidad. A pesar del impacto del robo, el BCR se mantiene firme en su compromiso de proporcionar servicios seguros y confiables a todos sus usuarios. La comunidad bancaria confía en que la OIJ y las demás autoridades trabajarán para resolver este caso y llevar a los culpables ante la justicia, restaurando así la seguridad y la confianza en el sistema financiero del país.
