Recientemente, ha surgido un intenso debate en la Asamblea Legislativa en torno a la figura del presidente Rodrigo Chaves. Este lunes, tras el anuncio del Ministro de Justicia sobre la acusación de un delito de conmoción cerebral, se planteó la posibilidad de levantar la inmunidad del presidente. Este acontecimiento ha captado la atención de todo el país, ya que involucra serias implicaciones tanto para el mandatario como para la política nacional.
La investigación, dirigida por el Ministro de Justicia, Carlo Díaz, está vinculada a la contratación de más de $400,000 para servicios de comunicación. Este financiamiento proviene de la Central América para la Integración Económica (BCIE), lo cual ha generado suspicacias sobre la utilización de fondos públicos y la transparencia en la administración de recursos.
Según el Ministro de Justicia, la oficina a su cargo llevó a cabo una investigación sobre lo que parece ser un proceso de contratación irregular. Se alega que se eliminó a la empresa RMC LA SA, que debía proporcionar servicios de comunicación, marketing, asesoría estratégica, producción de mensajes y análisis de opinión pública para la Oficina Presidencial de la República de Costa Rica. El caso está registrado con el número 20222222, lo que muestra el seguimiento y el rigor en la investigación realizada.
Ante esta situación, el Ministerio Público (MP) se encuentra evaluando el caso y planea remitir una solicitud a la sesión legislativa correspondiente. La decisión sobre el levantamiento de la inmunidad presidencial dependerá del voto de la Asamblea, que requiere un mínimo de 38 votos para proceder. La mayoría de los diputados consultados el lunes parecen estar de acuerdo en que levantar la inmunidad del presidente es un paso necesario considerando las alegaciones de corrupción.
Un ejemplo de este consenso es la declaración de Ariel Robles, quien representa una facción política, afirmando que es pertinente levantar la inmunidad en un momento en que se investiga la corrupción alrededor del presidente. Asimismo, Luis Diego Vargas, líder de la clase liberal progresista, destacó la necesidad de proporcionar claridad en esta situación y la importancia de la votación para determinar el futuro del mandatario.
El jefe de libertad, Oscar Izquierdo, está en la misma línea y ha expresado su apoyo para que se realice la votación a favor del levantamiento de la inmunidad. La demanda por transparencia parece ser un tema recurrente en estas discusiones.
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Proceso
El siguiente paso legal implica que la Corte Suprema envíe la solicitud pertinente a la Asamblea Legislativa. En caso de que el Presidente no decida renunciar de manera voluntaria, se requiere la instalación de una comisión especial que evaluará el caso y recomendará al Parlamento sobre la cuestión del levantamiento o no de la inmunidad. De ser así, se llevaría a cabo un voto dentro del ámbito nacional.
“El tribunal superior es el primero en decidir y debe enviar su decisión al MP; es necesario establecer un procedimiento y, si determina que la inmunidad debe ser levantada, procederíamos a votarlo”, señaló el subsecretario de una de las facciones políticas.
A su vez, la legisladora cristiana social, Vanessa Castro, ha manifestado de manera abierta su apoyo a la eliminación de la inmunidad presidencial, contrastando con la opinión de la líder del banco, María Marta Carballo, quien se mostró cautelosa y aboga por un análisis exhaustivo antes de tomar cualquier decisión al respecto.
Castro defendió que su voto por el levantamiento de la inmunidad se basa en el principio de la transparencia, mientras que Carballo indicó que esperan con interés los resultados del análisis del tribunal antes de decidir, reafirmando su compromiso con la transparencia en el proceso.
Desde la Nueva República, el líder de la bancada, José Pablo Sibaja, subrayó que sería deseable que el presidente renunciara a su inmunidad, pero que en caso contrario, es necesario examinar los pasos a seguir antes de realizar una votación sobre el tema.
“Antes de discutir sobre la inmunidad, deberíamos preguntarle al presidente si está dispuesto a renunciar a su protección, de ser así, sería más sencillo”, enfatizó. “Decidir sobre este asunto sin un completo entendimiento del caso no parece correcto”, añadió.
(Cortesía/Oficina Presidencial).
Opiniones divergentes
En medio de este clima político, la diputada Pilar Cisneros ha dejado claro que, si la inmunidad de Chaves se discute más adelante en el Parlamento, votará en contra de su levantamiento. “Cualquiera que no tenga nada que ocultar no debería tener miedo”, manifestó, sugiriendo que, de todos modos, otros siete miembros de su grupo también se pronunciarían de esta manera.
Por otro lado, Cisneros ha salido en defensa del presidente, acusando a Christian Bulgarelli —designado como «testigo de Krona» por la fiscalía— de mentir. “Pondría mi mano en el fuego por el presidente Chaves”, afirmó, defendiendo su inocencia al repetir su convicción de que no tuvo participación alguna en las irregularidades que se le imputan.
“No tenemos motivos para creer en las acusaciones si no hay evidencia sólida. Lo que estoy seguro es que Rodrigo Chaves no está involucrado en esto”, añadió Cisneros en su defensa del mandatario.