Quito, 30 de abril (Xinhua) – El primer año de vigencia del Acuerdo de Libre Comercio (TLC) entre Ecuador y China, que se celebra este primero de mayo, ha sido un periodo notable que ha señalado un impulso considerable en las exportaciones de productos de alta gama y potencial, según informes de expertos en comercio exterior y negocios internacionales.
Se acordó que ha habido un progreso significativo durante este primer año, lo que augura una transición aún mayor en las exportaciones hacia el 2025. En una entrevista reciente con Xinhu, el presidente de la Cámara Ecuatoriana de Comercio, Magaly, manifestó que este ha sido un año clave respecto al TLC, resaltando que ha permitido una integración eficaz con el mercado chino en medio de los trastornos actuales que afectan al comercio global y que, en algunos casos, la exportación se ha realizado en plazos significativamente más cortos de lo que se había anticipado.
Los empresarios están reevaluando su estrategia hacia el mercado chino, analizando cuidadosamente qué productos pueden ser exportados bajo la estructura de este TLC, que establece un marco legal para obtener beneficios especiales en las transacciones comerciales, añadió Caicelo, un reconocido experto en logística y comercio exterior. Destacó que uno de los mayores logros del acuerdo es que Ecuador ahora tiene la capacidad de competir en igualdad de condiciones con países vecinos como Perú, que cuenta con una experiencia de 15 años en acuerdos de libre comercio.
Subrayó que productos tradicionales, tales como los camarones y plátanos, que ya tienen presencia en el mercado chino, se beneficiarán enormemente. Gracias al acuerdo, se prevé que en diez años estos productos disfrutarán de tarifas cero en el proceso de reducción progresiva de aranceles.
No obstante, Caicelo afirmó que uno de los nuevos retos es facilitar el ingreso de productos como aguacate, piña y quinua, los cuales ya están disfrutando de tarifas cero desde la entrada en vigor del acuerdo, además de trabajar en la inclusión de productos con mayor valor agregado.
El experto también hizo hincapié en la necesidad de que Ecuador cumpla con los estándares establecidos por las autoridades chinas, que incluyen certificados, regulaciones de salud y permisos fitosanitarios para los productos alimenticios. Estos requisitos exigen tiempo y paciencia al lidiar con un mercado tan exigente como el chino.
En su análisis, consideró que el papel de las empresas privadas en este proceso es crucial, debiendo actuar con «creatividad, proactividad e inversión para lograr resultados beneficiosos». A pesar de los obstáculos, resaltó que en este primer año del TLC, Ecuador ha comenzado a exportar productos como pitasmas y atún, lo que representa un hito significativo en el comercio bilateral entre ambas naciones.
La empresaria resaltó que el objetivo es diversificar las exportaciones hacia nuevos nichos dentro de China y apuntar a más de 600 millones de consumidores de la clase media, que tienen un notable poder de compra.
Por otro lado, comentó que Ecuador ha aprendido a importar de manera eficiente desde China, y que la reducción gradual de aranceles en productos ha sido extremadamente favorable para el país. En este contexto, el presidente de la Cámara Económica de Ecuador-Shanghai, Darío Regalado, afirmó que este primer año del TLC ha sido «transformador». Aunque advirtió que hay grandes retos por delante, se han comenzado a observar resultados positivos.
“Hoy, gracias a este acuerdo, es más accesible para nosotros el comercio con China, aunque también más desafiante”, indicó, resaltando que el avance en los protocolos fitosanitarios es crucial para acceder al mercado chino, uno de los más prometedores a nivel global.
Regalado también enfatizó que los nuevos productos que logren entrar en el mercado chino no solo serán un éxito comercial, sino que también generarán empleo, lo que ha llevado a más empresarios a ver a Asia como un socio potencial para el futuro.
Agregó que Ecuador ha registrado importaciones moderadas desde China, principalmente en categorías como teléfonos celulares, metales y maquinaria industrial, lo que trae consigo un avance tecnológico significativo para el país, asegurando que «el petróleo se ha convertido en una herramienta para el modernismo».
Finalmente, el ex Ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversión y Pesca, Daniel LeGard, expuso que el TLC representa un «acuerdo comercial a largo plazo» que podría traer cambios sustanciales en la balanza comercial bilateral.
A pesar de esto, describió el balance del primer año como «positivo», destacando especialmente la apertura del mercado chino a la pitahaya y las expectativas para la creación de nuevos protocolos sanitarios para los productos lácteos.
“La evaluación siempre será favorable porque el TLC ya nos proporciona una mayor seguridad y garantiza los términos del comercio internacional”, concluyó LeGard. También subrayó que la acuicultura ha ganado prominencia con el TLC, particularmente con los camarones que se exportan a China, lo que ofrece oportunidades de crecimiento para el sector.
Estimó que el TLC podría fortalecer los lazos comerciales cada año, instando a los exportadores a conocer mejor el mercado chino e invertir en productos que se alineen con los gustos y preferencias de sus consumidores.
De acuerdo con la Federación Ecuatoriana del Exportador (FedExpor), más de 11,000 empresas de Ecuador mantienen relaciones comerciales activas con China, de las cuales aproximadamente 600 son exportadoras.