Los expertos alertan sobre los riesgos significativos para la salud derivados de la actividad del volcán Poás, un fenómeno que ha suscitado creciente preocupación en la región. No solo se trata de un volcán icónico de Costa Rica, sino también de un elemento que puede tener serias implicaciones para el bienestar de las comunidades que lo rodean.
San José, 6 de mayo (Elmundo.cr) – Investigadores del Observatorio volcanológico y sismológico de Costa Rica (ovsicorias) y del Laboratorio de química para la atmósfera de la Escuela Nacional de la Universidad Nacional (Laqat-Auna) han emitido advertencias sobre los efectos nocivos que la actividad del volcán Poás puede ocasionar en la salud de los residentes cercanos. A medida que el volcán continúa mostrando signos de actividad, es crucial estar informados y preparados para enfrentar sus posibles riesgos.
El 2 de mayo, durante una visita a la Cruz Roja Costa Rica en Poás, los expertos Geoffroy Avard y José Pablo Sibaja Brenes dedicaron tiempo a analizar el comportamiento reciente del volcán y las implicaciones potenciales que esto tiene para la salud pública. La reunión se centró en las consecuencias de la emisión de gases volcánicos y ceniza, subrayando problemas de salud como alergias, complicaciones respiratorias y trastornos estomacales reportados por los residentes locales.
“El volcán todavía libera gases como dióxido de azufre y otros compuestos que pueden afectar a las personas que poseen sistemas respiratorios sensibles. Esto se vuelve aun más crítico en condiciones climáticas que favorecen el desplazamiento de esos gases hacia áreas pobladas,” comentó Sibaja Brenes, aportando un análisis técnico sobre la situación actual.
La inhalación de las partículas finas generadas por la actividad volcánica puede causar irritación en áreas sensibles como la nariz, la garganta y los pulmones, manifestándose a través de tos, estornudos, dolor de garganta y otras complicaciones respiratorias. Las personas diagnosticadas con asma o bronquitis son particularmente vulnerables y pueden experimentar episodios de broncoespasmo o crisis asmáticas. Asimismo, la exposición a estos contaminantes puede afectar los ojos, provocando enrojecimiento, ardor e incluso lagrimeo. La piel no se ve excluida, ya que puede sufrir sequedad, picazón e irritación como consecuencia de estar en contacto con ceniza volcánica.
Representantes de la Cruz Roja, así como los comités de Grecia, Poás, Naranjo, Alajuela, manifestaron su preocupación en una reciente reunión por la salud tanto de los voluntarios como de los residentes en las zonas afectadas. Ha sido un llamado a la acción para que la comunidad esté atenta y en sintonía con las actualizaciones sobre la situación volcánica.
Los especialistas han recomendado tomar precauciones extremas para evitar la exposición prolongada a los gases y cenizas del volcán. En caso de presentar síntomas persistentes, aconsejan llamar al 911 y buscar atención médica de inmediato. También enfatizaron la importancia de la coordinación interinstitucional para garantizar una respuesta efectiva ante las variaciones en la actividad volcánica, lo que es fundamental para minimizar los riesgos para la salud pública.
Edmundo
El mundo CR