París, 3 de abril (Sputnik). – En un contexto de creciente tensión comercial, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha hecho un llamado a las empresas francesas instándolas a que suspendan cualquier inversión en los Estados Unidos «hasta que se aclare la situación» relacionada con las recientes decisiones del presidente Donald Trump sobre las tarifas impuestas a las importaciones provenientes de la Unión Europea (UE).
Durante una reunión sostenida con representantes del sector industrial, Macron enfatizó que es «crucial» retrasar cualquier decisión de inversión significativa hasta que haya una mejor comprensión de la postura de Washington. «Es importante ser cautelosos respecto al futuro de la inversión, que ha sido anunciada en las últimas semanas, hasta que la situación con Estados Unidos esté más clara,» subrayó Macron, notificando que la incertidumbre actual afecta directamente a las relaciones comerciales entre Europa y América del Norte.
El presidente francés expresó su frustración, afirmando que no tiene sentido que los importantes actores económicos europeos se lancen a «invertir miles de millones de euros en la economía estadounidense» mientras actualmente enfrentan lo que él considera un ataque económico a sus exportaciones. Este comentario refleja el creciente desencanto de Europa hacia las medidas proteccionistas adoptadas por la administración Trump.
Adicionalmente, Macron dejó claro que la Unión Europea (UE) no se quedará de brazos cruzados. Afirmó que no hay exclusiones en la posibilidad de que la UE implemente una respuesta robusta a los aranceles impuestos por Estados Unidos, lo que podría incluir medidas contra diversas áreas, como servicios digitales y el financiamiento de la economía estadounidense. Esto muestra la disposición de Europa para tomar medidas contundentes en respuesta a la presión comercial.
El contexto de este discurso se intensificó cuando Trump, en días recientes, anunció la implementación de aranceles que no serían completamente recíprocos, lo que afectaría a varias naciones, dado que Estados Unidos solo cobrará tarifas en aproximadamente la mitad de las importaciones. Entre los anuncios más impactantes, destaca la entrada en vigor de un arancel del 25 por ciento para todos los automóviles fabricados en el extranjero a partir del próximo jueves.
Trump también apuntó a una lista de empresas, tanto extranjeras como nacionales, que han prometido invertir significativos recursos en fábricas dentro de Estados Unidos a cambio de incentivos fiscales. Esto agrega una capa de complejidad a la situación comercial, ya que las empresas buscan beneficiarse de las políticas favorables del gobierno estadounidense.
La Casa Blanca ha comunicado que, a partir del 5 de abril, se impondrá un arancel del 10 por ciento sobre todas las partes que se importen, con tarifas aún más altas que afectarán a países que presentan el mayor déficit comercial, que entrarán en vigencia el 9 de abril. Algunos productos, sin embargo, estarán exentos de estos aranceles, incluyendo materias primas como el acero y el aluminio, ciertas categorías de automóviles y autopartes, así como productos farmacéuticos, semiconductores y minerales que no están disponibles originalmente en Estados Unidos. (Sputnik)