Londres, 6 de abril (Xinhua) – En un contexto de creciente tensión comercial, el primer ministro británico, Keir Starmer, reflexionó sobre las implicaciones de la reciente escalada en las tarifas arancelarias impuestas por Estados Unidos. En un artículo que publicó para el Sunday Telegraph, el líder británico advirtió sobre las profundas consecuencias económicas que pueden surgir tanto en el Reino Unido como a nivel global, afirmando que “Nadie gana la guerra comercial”.
Starmer destacó que los eventos recientes han desafiado las premisas económicas tradicionales, sugiriendo que los “viejos supuestos ya no pueden ser tomados por sentados”. Este comentario surge a raíz de un anuncio impactante por parte del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien declaró la implementación de un conjunto de nuevos aranceles que afectarán a todos los socios comerciales. Como parte de esta nueva política, se establece una tasa base del 10 por ciento sobre los productos británicos.
La reacción del mercado fue instantánea y negativa; tanto los mercados estadounidenses como los internacionales experimentaron una caída significativa el jueves y viernes. Estas nuevas tarifas de Trump, que se activarán el próximo 9 de abril, incluyen “quinta importaciones de 5. abril” y están diseñadas para gravar de manera recíproca a aquellos países que, según Trump, tienen el mayor déficit comercial con los Estados Unidos. En su artículo, Starmer defendió el libre comercio, argumentando que esta práctica es vital para las empresas exportadoras del Reino Unido y subrayó que la supresión de un comercio libre y abierto sería un grave error.
El primer ministro británico también hizo hincapié en la necesidad de mantener la calma en medio de tal adversidad y abogó por la lucha para obtener “el mejor trato” posible. Sin embargo, dejó claro que cualquier acuerdo que se logre debe ser beneficioso para las empresas británicas y asegurarse de que la seguridad de los trabajadores esté protegida. En este sentido, Starmer no vaciló en exigir un fortalecimiento de las alianzas y una reducción significativa de los obstáculos que afectan a otras economías globales. Remarcó que una “diplomacia ágil” es crucial para lograr una economía más robusta, diversa y segura para el país.
En el ámbito social, el clima de preocupación y descontento se intensificó; el sábado, miles de manifestantes se congregaron en diversas ciudades tanto de Estados Unidos como de Europa. Estas protestas fueron una respuesta directa a las controvertidas políticas implementadas por la administración de Trump, evidenciando el amplio rechazo a sus tácticas comerciales y la necesidad de una discusión más amplia sobre el futuro de los lazos comerciales y económicos globales.