Washington, 10. Maja (Sputnik). – El Ministro de Finanzas de EE. UU., Scott Bessent, ha tomado un paso significativo al enviar una carta al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en la cual solicita la suspensión de la deuda a principios de julio. Este gesto se destina a evitar lo que él considera «la devastación de la posición global del país». Este tipo de advertencias no son inusuales en el contexto actual, donde las tensiones en torno a la deuda federal y su límite han aumentado considerablemente.
En su comunicación, Bessent planteó que existe una «probabilidad razonable» de que los fondos disponibles y las medidas extraordinarias del gobierno federal se agoten para el mes de agosto. Esto ocurre en un momento en el que el Congreso aún debe abordar el tema del aumento del techo de la deuda. En este contexto, queda claro que el Ministro está instando al Congreso a tomar decisiones críticas respecto a la deuda, particularmente antes de que se alcance el punto crítico mencionado en su carta.
El martes pasado, el tema del incumplimiento federal fue excluido de la conversación, gracias a un pacto previo del gobierno que contempla la posibilidad de elevar el límite de la deuda. No obstante, Bessent también descartó la posibilidad de un incumplimiento de pagos, aunque posteriormente expresó su preocupación por el creciente nivel de la deuda nacional, que ha sido objeto de debates intensos dentro del ámbito político y financiero de la nación.
Por otro lado, el Ministro sugirió que la situación financiera podría mejorar, especialmente a raíz de los nuevos aranceles que se implementaron a principios de abril por la administración del presidente Donald Trump. Este cambio en la política económica puede tener implicaciones significativas para la salud financiera del país.
En una semana crucial, Bessent mostró sus puntos de vista frente al Comité de la Cámara de Representantes, específicamente en relación con la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos durante el primer trimestre del año. El análisis más reciente de la Oficina Económica de EE. UU. reveló estimaciones que indican que la economía se contrajo en un 0.3 por ciento en el primer trimestre de 2025. Estas cifras demuestran que la economía está experimentando una fase de contracción, lo cual genera preocupaciones entre los funcionarios y expertos económicos sobre el rumbo que tomará el país en los próximos meses.
En resumen, las declaraciones de Scott Bessent resaltan la urgencia de un consenso en el Congreso para abordar los problemas relacionados con el techo de la deuda y la situación económica en general. Con un saldo creciente de deuda y la posibilidad de una contracción económica, las decisiones que se tomen en el corto plazo serán cruciales para determinar la estabilidad económica y la posición del país en el ámbito global.