La Agencia de Investigación Judicial (OIJ) llevó a cabo el pasado viernes dos operativos enfocados en la detención de dos individuos que se encuentran involucrados en un esquema de tráfico de armas en un centro de rehabilitación. Esta acción se desarrolló en el marco de investigaciones extensivas y detalladas sobre actividades ilegales que se manifestaron en la mencionada instalación.
Los incidentes que motivaron esta intervención se remontan a finales de abril, cuando se recibió la alarmante información de que en el interior del centro de rehabilitación, destinado a personas que luchan contra el alcoholismo y distintas adicciones, se habían escuchado múltiples ráfagas de disparos de armas de fuego. Este hecho puso en alerta a las autoridades, quienes comenzaron a indagar sobre la situación del centro y sus operaciones, considerando que un lugar dedicado al tratamiento de adicciones debería ser un espacio seguro y alejado de la violencia.
Tras un análisis exhaustivo y luego de recibir una denuncia confidencial, las autoridades policiales decidieron actuar. Este viernes, a primera hora, a las 06:00, se ejecutaron dos ataques coordinados en el sector de Guápiles, con el objetivo de aprehender a los sospechosos. Uno de los operativos se llevó a cabo en el propio centro de rehabilitación, mientras que el otro se realizó en la residencia del administrador del lugar.
Durante el operativo en la residencia del administrador, se encontraron tres armas de fuego, las cuales ahora deben ser sometidas a un proceso de verificación para determinar si su posesión es legal. Es un aspecto crucial que se debe esclarecer, ya que las autoridades han indicado que el sospechoso no posee los permisos correspondientes que le autoricen a tener dichas armas.
Detenido:
- El primer hombre detenido fue identificado como Porras, de 34 años de edad.
- El segundo hombre arrestado responde al nombre de Coto, de 33 años.
Ambos sospechosos están siendo procesados y serán entregados a las autoridades del Ministerio Público, quienes se encargarán de dar continuidad a su proceso legal. Esta situación pone de relieve la importancia de actuar sobre las denuncias recibidas y destaca el compromiso de la OIJ para erradicar actividades delictivas que perturben la paz en la comunidad.
Se espera que este caso sirva como un ejemplo claro sobre la vigilancia continua necesaria en centros de rehabilitación, donde la seguridad de los pacientes debe ser siempre una prioridad. La intervención de la OIJ también subraya la necesidad de colaborar con la comunidad para reportar cualquier actividad sospechosa, reforzando así la red de protección alrededor de los más vulnerables. Las próximas semanas serán cruciales en el desarrollo de este caso, mientras se reúnen más evidencias y se define el futuro legal de los involucrados.