En la mañana del miércoles, el volcán Poás volvió a demostrar su actividad eruptiva al producir un nuevo estallido que generó una columna de material volcánico que alcanzó una altitud impresionante de 3.5 kilómetros. Este evento, que ha captado la atención de científicos y entusiastas del volcán, resalta la naturaleza dinámica y en constante cambio de este fenómeno geológico que ha sido objeto de estudio durante muchos años.
El anuncio sobre la erupción fue realizado por el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), que reportó el incidente alrededor de las 05:29. La labor del Ovsicori es fundamental, ya que se encarga de monitorear la actividad volcánica y sísmica en la región, brindando información precisa y oportuna a las autoridades y al público en general, lo que ayuda a garantizar la seguridad de las comunidades cercanas.
La información proporcionada por Ovsicori detalla que durante esta erupción se registró una explosión acompañada de un enriquecedor flujo de vapor de agua y gases volcánicos que también superaron los 3000 metros de altura. Este tipo de actividad es común en volcanes activos como el Poás, que a menudo emite materiales explosivos y gases como parte de su comportamiento natural. La duración de la erupción fue de aproximadamente 5 minutos, un tiempo relativamente corto pero significativo, especialmente al considerar el potencial disruptivo de estos fenómenos volcánicos.
Es interesante observar que la dirección del viento durante este evento fue hacia el sur y suroeste, lo que podría influir en la dispersión de cenizas y gases en la atmósfera. La vigilancia continua y los informes del Ovsicori son cruciales para asesorar a las autoridades locales sobre la administración del riesgo y el manejo de emergencias, ya que saben que incluso pequeñas erupciones pueden tener un impacto considerable en la salud pública y el medio ambiente local.
La actividad volcánica en el Poás no solo es de interés para los científicos, sino que también representa un atractivo turístico. Muchos visitantes acuden a presenciar la majestuosidad del volcán y, aunque la actividad eruptiva puede ser peligrosa, también es un recordatorio de la poderosa fuerza de la naturaleza. El Ovsicori continúa trabajando para mantener informada a la población tanto de las advertencias como de los mensajes de seguridad, asegurando que todos estén al tanto de cualquier cambio significativo en la actividad del volcán.
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