San José, 17 de noviembre (elmundo.cr) – Según el estudio regional “Percepciones sobre el uso de inteligencia artificial en las empresas”, elaborado por CCK Centroamérica en colaboración con Datalex Latam, la confianza en el uso responsable de la IA por parte de las empresas se consolida, a pesar del alto nivel de conocimiento y adopción reportado en el país.
La investigación incluyó a 2.275 personas con perfiles técnicos y académicos en siete países de Centroamérica y el Caribe y combinó análisis legal y de políticas con una perspectiva reputacional.
En Costa Rica, ChatGPT, Gemini y Copilot son las herramientas de IA más utilizadas. A pesar de la creciente aceptación, persiste una brecha en la percepción de la responsabilidad: el 40,9% cree que las empresas actúan de manera algo responsable cuando la utilizan, mientras que el 27% aún no tiene claro si se utiliza de manera ética y transparente.
Las emociones predominantes hacia la IA en los entornos empresariales reflejan apertura pero también cautela: curiosidad (67%), entusiasmo (38%), admiración (35%), desconfianza (28%) y miedo (15%). Los principales riesgos percibidos incluyen un 49% de temor al uso excesivo de datos personales y un 58% de temor a una posible pérdida de empleos humanos.
Sin embargo, existe un fuerte consenso sobre la importancia de regular la implementación: más del 90% está de acuerdo con establecer condiciones marco claras para su uso. El estudio también identifica tres perfiles de usuarios en el país: usuarios optimistas, pragmáticos neutrales y críticos cautelosos.
“La inteligencia artificial ya no es una tendencia, sino parte de la vida profesional y personal, pero su legitimidad social dependerá de cómo las organizaciones comuniquen su propósito y su transparencia. La confianza se ha convertido en un activo reputacional tan importante como la propia innovación”, enfatizó Diana Quirós, Gerente de Investigación de Datos e Inteligencia del CCK Centroamérica.
Por su parte, Juan Esteban Durango, consultor de Datalex Latam, destacó la importancia de que las empresas desarrollen marcos internos de gobernanza de la IA para regular su uso: “Esta medida no sólo aumenta la confianza y transparencia que exigen los consumidores según los resultados de la encuesta, sino que también garantiza el uso ético y responsable de la IA. Las políticas deben equilibrar la innovación con mecanismos claros de rendición de cuentas y sanciones por el mal uso de la tecnología”.
En su rol como consultora de inteligencia de reputación y comunicaciones estratégicas, CCK enfatiza que la IA puede fortalecer la reputación de una empresa cuando se utiliza con ética, transparencia y propósito. Por el contrario, puede debilitarlo si se percibe como una práctica deshumanizante o destinada únicamente a reducir costos.



