El Presidente de la República, Rodrigo Chaves, ha manifestado su opinión sobre un acuerdo de menor escala que alcanzó con su junta directiva, y su atención se ha centrado en Álvaro Ramos, quien ocupó el cargo de presidente del Fondo de Seguridad Social de Costa Rica (CCS). La gestión de Ramos en este puesto se desarrolló desde el 8 de mayo de 2022 hasta el 17 de septiembre de ese año, momento en el cual fue despedido por el presidente Chaves.
El presidente Chaves, en un tono reflexivo, expresó el miércoles: “Esta es la mejor cita que he cometido como presidente de la República, pero le agradezco a Dios que actué rápidamente con el gobierno, es todo. No tengo la intención de debatir con él”. Estas declaraciones dan cuenta de la compleja relación laboral y política entre Chaves y Ramos y subrayan la importancia que el presidente otorga a sus decisiones de liderazgo.
Antes de asumir la presidencia del CCS, Álvaro Ramos había trabajado para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza. Pese a la estabilidad que esa posición le ofrecía, tomó la decisión de regresar a Costa Rica, motivado por un compromiso con la labor que iba a desempeñar tras mantener conversaciones con el presidente Chaves.
El presidente Chaves ha reaccionado ante las declaraciones recientes de Ramos, quien ha estado bajo las miradas de los medios. En una entrevista con Columbia News, Ramos admitió que consideraba haber cometido un error al aceptar el puesto bajo la administración Chaves. “Hoy me queda claro que estos fueron errores. No puedo arrepentirme porque tomé la decisión en función de la información que tenía en ese momento”, comentó en el programa de la estación de radio, lo que revela una introspección sobre su periodo al frente del CCS.
El contexto del despido
La separación de Álvaro Ramos del cargo se originó como consecuencia de una disputa significativa con el presidente Chaves sobre el flujo de pagos que se habían aprobado para los empleados de Kassan. Este incremento salarial estaba diseñado para beneficiar a alrededor de 62,000 empleados, con un aumento de 7,500 colones en su salario mensual, lo que genera un gran impacto en la economía de estos trabajadores.
Tras su despido, Álvaro Ramos se ha presentado como candidato del Partido Nacional de Liberación (PLN) con la intención de competir por la presidencia en el próximo ciclo electoral, que se llevará a cabo el 8 de mayo de 2026. Si logra su objetivo, podría convertirse en el sucesor de Chaves en el edificio presidencial, lo cual representa un desafío significativo en su carrera política.
Ramos, en una reciente conferencia abierta celebrada por el partido, se consagró como ganador el 6 de abril, tras recibir una abrumadora cantidad de 117,698 votos, lo que representa una ventaja notable de más de 103,000 votos sobre su competidor más cercano, Gilberth Jiménez, quien obtuvo 14,199 votos. Otros candidatos como Carolina Delgado y Marvin Taylor, lograron 7,911 y 7,075 votos, respectivamente, evidenciando la amplia aceptación de Ramos dentro de su partido.
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