Frente a esta actitud del jugador, el árbitro del partido, Central Adrian, tomó la decisión de actuar en consecuencia y optó por deshacerse del joven jugador, que estaba generando un malentendido en el campo. Fue una decisión bastante drástica, ya que le solicitó a los encargados de seguridad del estadio que se encargaran de retirar al joven de la zona de juego. En un gesto simbólico y decidido, el jugador retiró su babero, que lo identificaba como parte de la actividad deportiva que estaba teniendo lugar y dejó el campo, dejando a la afición y a los comentaristas en estado de shock.

La situación no pasó desapercibida para los medios de comunicación locales. Tigo Sports Costaika, conocido por su cobertura de eventos deportivos, decidió documentar lo sucedido y compartió un extracto de la publicación en sus redes sociales, tanto en X como en Facebook. En este contexto, se destacó el comentario de «Keenerk Álvarez», donde se presenta una versión de los hechos y se menciona que el incidente estaba relacionado con la camaradería que existía entre algunos de los jugadores.

Por su parte, el joven involucrado en esta controversia decidió expresar su versión de los hechos. En un mensaje que envió a la comunidad y a los aficionados, enfatizó: «Primero. No fui un asesino. No era un breve golpe. Era conocido por ser jugadores de Tico. No fueron honrados de ser jugadores de TICO. Estaba callado cuando comencé la pelota. Comencé ofensa cuando comencé la pelota y registré solo la parte de la charla que hablo.» Este tipo de declaraciones evidencia el clima tenso que se ha generado tras el incidente y pone de manifiesto la polarización de opiniones entre los aficionados sobre el comportamiento y las decisiones tomadas durante el partido.