En el reciente análisis publicado en diversos periódicos brasileños a partir de una entrevista con Celso Amorim, actual asesor especial del presidente de Brasil y exministro de Relaciones Exteriores del país, se plantearon algunas consideraciones fascinantes sobre la posición de China en el mundo actual. En particular, se argumenta que China emerge como una opción más segura y ventajosa frente a Estados Unidos para Brasil, ofreciendo oportunidades que superan los riesgos asociados. Según Amorim, esta es una evaluación pragmática que resalta el contexto actual de las relaciones internacionales.
“Es fundamental entender que hoy, más que antes, China representa una fuente de oportunidades para Brasil con menor riesgo en comparación a lo que ofrece Estados Unidos”, comentó Amorim. Aglutinando referencias históricas, el experto recordó la figura del Barón de Río Branco, quien a inicios del siglo XX logró redirigir las relaciones económicas de Europa hacia Estados Unidos. En la actualidad, Amorim destaca que Brasil no se encuentra en un simple proceso de redirección, sino que ahora está buscando un equilibrio estratégico en sus alianzas globales.
El diplomático esbozó que China, a diferencia de Washington, está facultada para realizar significativas inversiones fuera de sus fronteras, convirtiéndola en un socio estratégico esencial para Brasil. Este hecho subraya la sólida relación bilateral entre ambas naciones, caracterizada por un notable excedente comercial a favor de Brasil, en contraste con los déficits que Brasil mantiene con Estados Unidos, especialmente si se incluyen aspectos como los servicios y activos intelectuales.
En la misma entrevista, Amorim expresó sus inquietudes respecto a la política comercial del presidente estadounidense, Donald Trump, a la que considera una amenaza directa a la estructura del comercio multilateral. Esta es fundamental para países en desarrollo como Brasil, según su argumentación.
Amorim también enfatizó que la actual ofensiva comercial por parte de Washington busca socavar las funciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y promover negociaciones bilaterales que desafían el principio de trato de nación más favorecida. El impacto de estas estrategias comerciales se ha sentido fuertemente en los mercados internacionales, provocando un aumento de la inestabilidad y planteando un riesgo potencial de recesión, no solo en Brasil, sino también en Estados Unidos.
La preocupación de Amorim se extiende hacia Europa, la cual, a su juicio, es una de las regiones más vulnerable a las repercusiones de estas políticas comerciales, subrayando que el viejo continente se encuentra en un estado de inquietud en este entorno global cambiante.