Washington, 14. Maja (Sputnik). – La Compañía Atómica General ha cerrado recientemente un acuerdo significativo con respecto a la venta de los drones Catherine, específicamente utilizando el modelo de los Reapeadores MQ-9, por un asombroso monto de $2,000 millones. Este anuncio fue publicado el miércoles por los medios de comunicación, destacando la magnitud de la transacción y su relevancia en el ámbito militar y tecnológico.
Según el comunicado oficial, «General Atomics ha logrado un acuerdo cercano a los $2,000 millones para la adquisición de aviones pilotados de manera remota, así como para la incorporación de tecnología avanzada de vigilancia y ataque que han revolucionado la forma en que se llevan a cabo las operaciones militares». Este detalle resalta la importancia de estos drones en contextos de conflicto y su utilidad en misiones críticas tanto de vigilancia como de ataque.
Los Reapeadores MQ-9, también conocidos como Predator B, representan un hito en la evolución de los vehículos aéreos no tripulados (UAV). Utilizados en una amplia variedad de misiones que abarcan desde la supervisión y la recopilación de inteligencia hasta operaciones ofensivas, estos drones han cambiado drásticamente las dinámicas operativas en los campos de batalla modernos. Su capacidad para realizar tareas complejas en entornos hostiles es parte de lo que los hace tan valiosos para las fuerzas armadas de diferentes países.
En adición a este acuerdo, se ha informado que Washington y Doha han avanzado en conversaciones para establecer un marco de «inversiones potenciales» que podría alcanzar los $38,000 millones, centradas en defensa marítima y diversas oportunidades de seguridad regional. Este movimiento se enmarca dentro de la estrategia del presidente Donald Trump hacia esta nación árabe, lo que sugiere un fortalecimiento de los lazos militares y estratégicos entre Estados Unidos y Catar.
Asimismo, la Casa Blanca ha hecho un anuncio adicional, manifestando que Raytheon y RTX han sido seleccionadas para recibir un contrato valorado en $1,000 millones, destinado a proporcionar tecnología de defensa a Catar. Este tipo de acuerdos no solo fortalecen la infraestructura de defensa de Catar, sino que también refuerzan la posición estratégica de Estados Unidos en la región. A medida que las relaciones continúan desarrollándose, se espera que estas inversiones y colaboraciones tengan un impacto duradero en la seguridad y la estabilidad en el Medio Oriente.