El Ministerio de Medio Ambiente y Energía (Minae) ha emitido una seria advertencia sobre los peligros graves que enfrentan aquellas personas que intentan obtener ingresos ilegales en el Parque Nacional Volcán Poás. Estas advertencias subrayan que las acciones imprudentes en esta área pueden incluso resultar en la muerte, enfatizando la gravedad de la situación actual.
Mahyar Shirazinia Riggioni, quien coordina las áreas protegidas dentro del Sistema Nacional de Conservación (SINAC), explicó que en las últimas semanas, la actividad del volcán ha aumentado considerablemente. Este incremento ha llevado a situaciones peligrosas cerca del cráter, que se ha convertido en un foco de invasiones ilegales y actividades arriesgadas.
Shirazinia subrayó que «con las erupciones recientes, la zona ahora está cubierta de cenizas y gases tóxicos. Además, hay un riesgo real de proyectiles balísticos: piedras volcánicas que son lanzadas por el volcán, y es importante entender que ningún ser humano puede resistir la fuerza de impacto de una piedra volcánica lanzada a gran velocidad». Esta declaración resalta la necesidad de evitar la entrada a zonas peligrosas y mantener una distancia segura del cráter.
El funcionario también advirtió sobre los efectos perjudiciales de la ceniza volcánica, que es extraordinariamente corrosiva y puede causar daños severos a la salud, especialmente a los ojos y a los canales respiratorios. Bajo estas circunstancias, cualquier persona que se exponga a estos peligros podría enfrentar una situación de emergencia, donde lograr sobrevivir o salir ileso sería «casi imposible». Esta afirmación pone de relieve la urgencia y la seriedad de seguir las recomendaciones de las autoridades.
Franz Tattenbach, el ministro de Medio Ambiente, ha recordado al público que el parque nacional actualmente se encuentra en una situación de alerta naranja, lo que implica que la amenaza no debe ser subestimada ni ignorada. Tattenbach hizo un llamado a la población, instando a la comunidad a no promover visitas al volcán ni a participar en actividades ilegales que podrían poner en riesgo sus vidas y las de otros. «En esta Semana Santa, le pedimos a la población que actúe responsablemente y evite el volcán, ya que hay riquezas naturales que podrían ser afectadas y los riesgos asociados a tales actividades son significativos», dijo el ministro.
Es importante mencionar que el Parque Nacional Volcán Poás ha estado cerrado de manera indefinida desde el miércoles 26 de marzo. Esta medida busca proteger tanto la vida de las personas como la integridad del ecosistema del parque, que es un área de gran valor natural. La decisión de cierre es, por ende, una respuesta necesaria ante la grave amenaza que representa la actividad volcánica continua y el interés ilícito en explotar la zona en lugar de preservarla.