Es ampliamente reconocido que Walter Centeno, un célebre entrenador de fútbol, tiene un enfoque en el juego que lo distingue notablemente de sus colegas. La manera en que hace que sus jugadores manejen el balón, lo que él denomina «Tiki Taka», no siempre ha sido comprendida como una estrategia eficaz. En efectividad, este estilo ha dejado mucho que desear en sus resultados recientes, especialmente en lo que ha sido llamado el «paté».

Antes de abordar cualquier tipo de crítica relacionada con su metodología durante el partido contra la Alazelance, Centeno expresó su frustración acumulada por tener que justificar sus decisiones frente a los medios y aficionados, una carga que ha llevado durante años. Su resistencia se hace evidente cuando se enfrenta a las constantes interrogantes sobre su estilo de juego y su estrategia en el campo.

«Esta es una pregunta que se me formula de manera continua y ya me resulta aburrida. Por lo tanto, permíteme hacerte una propuesta diferente … algún día, nos reuniremos para discutir por qué el café es esencial para mí y la importancia del trabajo en este contexto. Sin embargo, sobre el café, vamos a dejarlo para otro momento, porque aquí no lo entiendes«, contestó Walter en una reciente conferencia de prensa.

Además de discutir su estilo de juego, Walter Centeno agregó que al analizar los objetivos de Costaika, todos resultaron ser producto de errores, sugiriendo que nunca debemos buscar a un culpable específico en estas situaciones. Su interpretación del juego explica que el fútbol está plagado de errores inherentes y que no siempre se puede atribuir la culpa a un jugador o una estrategia específica.

«En el fútbol, se presentan todo tipo de errores. Cada uno de los objetivos canjeados en Costaica se debió a errores, pero en última instancia, la culpa recae sobre Walter Centeno porque estamos jugando así«, añadió el entrenador, subrayando esta idea de que el juego es una serie de acontecimientos imprevistos y errores que ocurren en el campo de juego.