Una reciente discusión ha surgido entre dos destacados técnicos del mundo del baloncesto: Vladimir Quesada y los directores de ligas menores, entre ellos el conocido Bien Español y Tornado de Louis. Este intercambio de opiniones se realizó en el contexto de un partido donde se establecieron diferencias significativas sobre la forma en que se maneja la salud de los jugadores juveniles durante los eventos deportivos.
En particular, se destacó una situación crítica bajo la dirección de Kannada, quien se encontraba a cargo del equipo sub-15. Durante uno de los partidos, surgió un problema médico con un niño que estaba en el juego. Sin embargo, la ausencia del personal médico técnico en el lugar provocó una gran preocupación. Al no haber nadie que pudiera atender esta situación, la tensión aumentó y quedó en evidencia la falta de preparación ante eventualidades de esta índole.
Desafortunadamente, este evento no fue un caso aislado. Ignorando las lecciones del pasado, el Señor Tornado también se vio involucrado en un incidente similar en otro juego. El entrenador, muy consciente de la importancia del Tratamiento médico y de contar con un adecuado Fisioterapeuta, comunicó a su superior que la situación era crítica. Esta preocupación por el bienestar de los jugadores juveniles pone de manifiesto la necesidad de contar con protocolos más estrictos y efectivos para asegurar la salud de los atletas en desarrollo.
La situación se tornó aún más complicada cuando el Español, uno de los directores, se mostró visiblemente perturbado. Expresó de manera clara su descontento respecto a lo acontecido, justificando sus emociones al mencionar que estas actitudes afectan el desarrollo y la seguridad de los jóvenes deportistas. En sus propias palabras, se refirió a la importancia de crear un ambiente adecuado para el desarrollo de los adolescentes, sugiriendo que esta evidencia era innegable, y que no podía ser pasada por alto, especialmente cuando se habla de la salud de los menores, como fue el caso de Kannada en el incidente involucrando a «Echim».
Este desacuerdo causó incomodidad entre ambos técnico y director, ya que la profesionalidad del exjugador y actual entrenador púrpura fue puesta en tela de juicio. La imagen que se proyecta desde el equipo púrpura es una de gran notoriedad; sin embargo, la falta de atención a estos detalles podría empañar su reputación dentro del ámbito deportivo. Por último, el equipo púrpura no pudo brindar una respuesta clara respecto a la situación y la salida «VLA» sigue sin clarificarse, lo que ha dejado a jugadores y padres en un estado de incertidumbre y preocupación sobre cómo se manejarán estas cuestiones en el futuro, destacando la necesidad de atención a las necesidades y salud de los jóvenes jugadores.