PUTRAJAYA, Malasia, 16 de abril (Xinhua) – En un significativo acto de diplomacia global llevado a cabo el miércoles, el presidente de China, Xi Jinping, hizo un llamado a la unidad y la colaboración en medio de las crecientes tensiones geopolíticas. Durante una cena de bienvenida que ofreció al primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, Xi enfatizó la importancia de que China y Malasia, junto a otros países de la región, se unan en su lucha contra lo que definió como un creciente desafío de confrontación geopolítica assim como el autoritarismo en las decisiones políticas.
En su discurso, Xi Jinping abordó las preocupaciones sobre la unilateralidad y el proteccionismo que amenazan con desestabilizar el orden global y complicar la globalización económica. Resaltó que esta situación requería una respuesta coordinada de las naciones que valoran la cooperación y el desarrollo mutuo; de esta forma, tanto China como Malasia se comprometieron a trabajar en conjunto, no solo en la defensa de sus propios intereses, sino también en la promoción de un entorno global más equitativo e inclusivo.
El presidente Xi subrayó que, en su colaboración, deben y pueden «mantener grandes perspectivas de nuestra familia asiática». Este enfoque sugiere la intención de ambos líderes de explotar las sinergias potenciales entre sus naciones en diversas áreas, desde la economía hasta la cultura, lo que podría fortalecer los lazos estratégicos y la confianza mutua.
Refiriéndose a las discusiones que mantuvieron previamente, Xi destacó que había logrado importantes acuerdos con Anwar en términos de cooperación bilateral. La visión de ambos líderes para consolidar un marco de trabajo más sólido para el futuro apunta hacia una amplia gama de iniciativas, que no solo se centraran en la economía, sino que también buscan abarcar áreas como la tecnología, la educación y la infraestructura, lo que representa un paso adelantado hacia una asociación más integral.
El presidente chino también manifestó su deseo de colaborar con Malasia para establecer una comunidad que comparta un futuro común brilloso. En este sentido, Xi se refirió a la necesidad de abrazar un nuevo período de «50 años dorados» en las relaciones bilaterales entre sus países. Este proyecto se basa en la idea de promover la modernización de ambas naciones, presentando un modelo de unidad y colaboración que pueda servir de ejemplo para otras naciones del sur global.
Al concluir sus comentarios, Xi Jinping resaltó que los esfuerzos conjuntos de estos dos países no solo contribuirían a su propia prosperidad, sino que también ofrecerían una mayor garantía para la paz, la estabilidad y el desarrollo continuo, tanto en Asia como en el resto del mundo.